La escasez de semiconductores podría prolongarse más de lo previsto
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Un estudio revela que el tiempo medio de entrega de chips está aumentando y ya se sitúa en unas 20,2 semanas, una tendencia que parece estar agravándose a medida que la escasez de semiconductores revela su verdadera dimensión. Esto afecta a muchas categorías de productos, y va a segur causando problemas en el suministro de todo tipo de equipos y dispositivos, tanto en el ámbito de la informática como en otras industrias que demandan componentes para la digitalización de sus productos y de sus propias fábricas.
La firma Susquehanna Finnancial Group acaba de publicar los resultados de una investigación sobre la situación real de la industria y la cadena de suministro de semiconductores, que arroja un panorama cada vez peor. Según sus estimaciones, el tiempo medio de entrega de nuevos chips ha aumentado en ocho días en tan solo un mes, llegando a 20,2 semanas, algo impensable en muchas categorías de productos hace tan solo un año y medio. Y se trata de una cifra promedio, ya que ciertas categorías importantes de semiconductores presentan tiempos de espera superiores.
Estos tiempos de espera promedio son los más largos desde que la empresa comenzó a evaluar los flujos del mercado en 2017, y da una muestra de lo grave que es la situación que se está viviendo en la industria de fabricación de chips. La pandemia ha agravado una situación que ya venía gestándose desde hace algún tiempo, a causa del cierre de fábricas y empresas vinculadas a la cadena de suministro. Pero a esto se ha sumado una corriente de digitalización social y empresarial que ha elevado la demanda de productos tecnológicos y de servicios digitales y en la nube.
Pr su parte, algunas empresas importantes contuvieron la compra de chips por temor a que la pandemia llevase a una bajada importante de las ventas, especialmente en la industria automotriz, y ahora es muy difícil reconducir la situación. En otros ámbitos como el de la informática se venía arrastrando una crisis de precios en categorías como la memoria, que habían llevado a los fabricantes a reducir la producción para mitigar la gran caída de precios. Y también se había generado una escasez sistémica de procesadores para ordenadores y servidores, que se ha agravado con el aumento de la demanda de equipos.
Todos estos factores, sumados a ciertos incidentes graves que paralizaron varias fábricas importantes en diferentes países, han sido el caldo de cultivo para la situación actual de escasez de chips. Y los responsables de esta investigación están convencidos de que, a pesar de que las fábricas están funcionando a pleno rendimiento, la escasez de semiconductores sigue agravándose. Y la solución no es fácil ni se logrará a corto plazo, ya que la construcción de nuevas líneas de producción conlleva varios años y grandes inversiones, y no se puede hacer sin tener en cuenta la influencia de los competidores y el control de costos y beneficios.
Los gobiernos de varios países importantes para la industria están lanzando planes de estímulo para tratar de resolver el problema y reforzar su industria o incrementar su capacidad de fabricación de chips, pero la aceleración que se logrará con estas medidas no es tanta como podría parecer. Sobre ,todo porque la producción de semiconductores a nivel mundial está liderada por Taiwán, con grandes firmas como TSMC, y la mayoría de países se encuentran a gran distancia en cuanto a evolución tecnológica y capacidad de producción a escala.
Otro gigante es Corea del Sur, y los principales representantes de la industria en el país están contribuyendo al crecimiento de la industria, pero como empresas privadas en un sector muy competitivo también deben tener cuidado de no excederse en sus inversiones para incrementar su capacidad de producción. El caso de regiones como Europa es diferente e, incluso, peor, ya que no cuentan con una base destacable de fabricantes de chips, y su crecimiento no tendrá un gran impacto en la industria a corto ni medio plazo.