Brasil entra en el proyecto de cable transpacífico que unirá Chile y Australia
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Las autoridades brasileñas acaban de anunciar su participación en el proyecto Humboldt, un cable submarino que unirá los centros de datos de Chile y Australia, mejorando la conectividad a través del Pacífico Sur. Las posibilidades que ofrecerá esta nueva infraestructura están atrayendo la atención de más países de Sudamérica, y se espera que la mayor parte de ellos participe de alguna forma.
El proyecto Humboldt tiene como objetivo construir un cable submarino que unirá los nodos de interconexión de centros de datos de Chile y Australia, proporcionando una nueva línea de alta velocidad entre dos regiones económicas que llevan tiempo buscando soluciones para mejorar el acceso a internet y acelerar los negocios digitales. En un principio, el proyecto fue lanzado por estos dos países, pero otros han comenzado a sumarse para sacar provecho de lo que será la línea de comunicación más moderna entre ambas regiones. Primero fue Argentina, y ahora Brasil acaba de anunciar que se unirá el proyecto.
Como han informado desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Comunicaciones de Brasil, a partir de ahora el país participará en la creación de este nuevo cable. En su comunicado conjunto han dicho que esta infraestructura “completará la conexión de fibra óptica de Brasil con sus vecinos”. Y que, “en los próximos meses, equipos técnicos de los países involucrados profundizarán las discusiones sobre las modalidades financieras y técnicas de la participación de Brasil en este proyecto a largo plazo”.
Este nuevo cable proporcionará una capacidad de conexión de 400 Gbps y su construcción correrá a cargo de Chile, y por ahora no se ha confirmado si el resto de países participará de alguna forma en su construcción a nivel técnico. Aunque sus promotores tienen bastante claro que otros países de la región querrán participar de alguna forma, principalmente, Uruguay, Paraguay y Bolivia, que se beneficiarían de tener una línea de conexión con el otro lado del pacífico.
Los detalles que se conocen sobre el cable Humboldt son que su construcción costará inicialmente unos 400 millones de dólares y que su uso se regirá por una concesión público-privada de 25 años de duración, gestionada por el gobierno de Chile. El cable en sí estará compuesto por 8 líneas de fibra óptica que enlazarán Valparaíso, en Chile, con Sydney, en Australia. Y se ha planificado una ampliación que llegará hasta Auckland, en Nueva Zelanda, lo que sumará una longitud total de 14.810 kilómetros. Además, la intención de sus creadores es interconectar este cable con otras líneas que operan en Asia, ampliando el ecosistema de interconexión al que accederán los países sudamericanos participantes en el proyecto.
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