El cable de datos Curie se extiende a Panamá

Las redes de interconexión global están en pleno proceso de expansión y modernización, y en los últimos años se han lanzado nuevos proyectos que están actualizando las viejas redes con cables de mucha más capacidad, especialmente entre los países de ambos lados del atlántico, pero también entre las dos américas. Uno de ellos es el cable Curie, una de las inversiones en redes privadas del gigante Google, que enlaza los nodos de interconexión de Los Ángeles (California) con Valparaíso (Chile) y cuya puesta en marcha se confirmó oficialmente hace una semana.

Ahora, sus creadores han anunciado que van a tender una nueva rama hacia Panamá, con el fin de mejorar la interconexión entre Norteamérica y Sudamérica con Centroamérica. Las características principales de este cable, que mide unos 10.500 kilómetros de distancia, son que cuenta con cuatro pares de fibra, capaces de entregar un ancho de banda de unos 72 Terabits por segundo. Además, se trata de la primera línea submarina que se ha construido en Chile en los últimos 19 años, y su objetivo es contribuir a mejorar el acceso a Internet y a los servicios en la nube en un país que en los próximos años va a experimentar una explosión en términos de digitalización.

La nueva ramificación de Curio llegará hasta el distrito de Balboa, en la ciudad de Panamá, y de ahí podrá extenderse a otras regiones del país, a través de las redes nacionales. Según ha expresado un representante de la compañía propietaria (Google), “Nos complace anunciar que vamos a añadir el primer enlace de Curie hacia Panamá. Una vez que esté operativo, esta sucursal mejorará la conectividad y el ancho de banda en Centroamérica, y aumentará nuestra capacidad para conectarnos a otras redes en la región, proporcionando resistencia a nuestra infraestructura global de nube”.

Cabe destacar que, además de este proyecto, Chile está considerando otras posibilidades adicionales, como la posible conexión directa con las redes de China, a través de un proyecto propuesto por la firma Huawei, que podría recibir el visto bueno de las autoridades chilenas para mediados de 2020. Esto permitiría al país dar un gran salto en la capacidad de sus redes, aunque esto dependerá también de los contratos que puedan establecer los operadores con los propietarios de estas infraestructuras, responsables al fin y al cabo de administrar su capacidad.

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