Baterías de nueva generación para alimentar centros de datos

El cambio hacia la sostenibilidad en la industria de centros de datos plantea numerosos desafíos, tanto en el ámbito de la infraestructura como en el de la energía. En este sentido los operadores, y especialmente los de centros hiperescala, están buscando alternativas a las fuentes de energía contaminantes, con el fin de reducir su huella de carbono. Pero energías como la solar o la eólica no pueden garantizar un suministro constante, por lo que es necesario contar con fuentes alternativas o idear soluciones que permitan garantizar el suministro en momentos en los que no se genera la suficiente potencia renovable.

Al mismo tiempo, garantizar la resiliencia ante cualquier posible interrupción en el suministro eléctrico es vital para cualquier centro de datos, algo que la industria ha resuelto tradicionalmente con sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS) y generadores diésel. En busca de soluciones fiables y sostenibles algunas empresas están empezando a utilizar nuevas baterías de litio, sustituyendo las tradicionales de plomo-ácido, que durante décadas han sido el estándar de la industria por su confiabilidad sobradamente demostrada.

Por el momento estas baterías forman parte de los sistemas UPS, pero los expertos prevén que en un futuro podrían sustituir completamente a estos sistemas y a los generadores de energía de combustible, eliminando una de las fuentes de emisiones contaminantes de la industria. Esto será posible gracias a los grandes avances que se están logrando en el desarrollo de baterías de alta capacidad y fiabilidad en industrias como la del automóvil. Uno de los máximos exponentes en este campo es Tesla, que fruto de su trabajo con las baterías para sus coches ha llegado a lanzar soluciones de almacenamiento de energía de alta capacidad para uso comercia e industrial.

Estas tecnologías están ganando adeptos y el sector de los centros de datos es una de las industrias que más interés está mostrando en sus posibilidades, con ejemplos como Google, que ha comenzado a sustituir los generadores diésel por baterías de respaldo en uno de sus centros de datos ubicados en Bélgica. O la empresa Switch, que ha anunciado que utilizará los sistemas Megapack de Tesla para dotar a su campus de centros de datos de Nevada un almacenamiento de energía que soportará hasta 800 megavatios hora.

Por otro lado, según los expertos el costo de las granjas de baterías está cayendo con rapidez, y la Asociación de Información de Energía (EIA) de Estados Unidos estima que para 2023 la capacidad de almacenamiento de energía en baterías en Estados Unidos aumentará en hasta 10.000 megavatios hora, un gran crecimiento desde los 1.688 megavatios hora registrados en 2019.

Las perspectivas sobre el uso de baterías en los centros de datos son muy prometedoras, pero por el momento existen muchas dudas sobre si esta tecnología será capaz de funcionar en casos de interrupciones a largo plazo. Por ello, los expertos consideran que la industria será tímida en general respecto a la adopción masiva de esta tecnología como sustituta de los generadores.

Lo que sí ven mas probable a medio plazo es que aumente considerablemente su implementación en forma de granjas de almacenamiento de energía vinculadas a la generación de energías renovables, para su posterior distribución a clientes diversos, pero sobre todo como apoyo a las redes de servicio publico. Por su parte, los centros de datos comenzaran reemplazando las baterías de los UPS por estas tecnologías más modernas, que proporcionarán más capacidad, antes de atreverse a sustituir los UPS y generadores por sistemas de baterías.

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