La industria presiona para que se apruebe la Ley Europea de Chips

La industria europea de fabricación de semiconductores ve en la futura Ley Europea de Chips la ayuda que necesita para crecer, impulsar su capacidad y competitividad frente a las empresas extranjeras que dominan el mercado. Las propias autoridades de la UE son conscientes de que es vital lograr una cadena de suministro más local y ampliar la capacidad de fabricación interna de chips para satisfacer las necesidades de las industrias europeas.

Pero esta nueva ley está tardando en materializarse, y los representantes de la industria están ejerciendo presión para que se haga realidad y se aplique lo antes posible. Un ejemplo está en las declaraciones realizadas recientemente por los miembros de la asociación SEMI Europe, que ahora ha reiterado su presión sobre Europa para que se acelere el proceso.

En una carta publicada ayer, 30 de mayo, Laith Altimime, presidente de SEMI Europe, señala que “la rápida adopción de la Ley Europea de Chips acelerará significativamente el trabajo de Europa para atraer inversiones que permitan desarrollar la capacidad de fabricación de chips y la I+D. La Ley también es un paso clave para que Europa descarbonice sustancialmente la fabricación de semiconductores e impulse la transformación digital”.

Por el momento, el Consejo Europeo y el Parlamento siguen trabajando en perfeccionar la ley, valorando las recomendaciones que han aportado las partes interesadas. Entre ellas están las realizadas a la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo por la propia SEMI, recogidas en un documento publicado recientemente por la organización.

Las dirigidas a la Iniciativa Chips for Europe, en general, son fortalecer las capacidades de I+D y garantizar una financiación adecuada, alinear las líneas piloto nuevas y existentes con las necesidades y tendencias actuales, y apoyar el acceso abierto a todas las partes dentro de la cadena de valor de semiconductores de la UE. También que la Empresa Común Chips aborde las necesidades particulares de la industria europea, y que se establezca un flujo de financiación dedicado al desarrollo de capacidades de mano de obra dentro de la región.

En el ámbito de la cadena de suministro, SEMI solicita que se proporcione una clasificación única en su clase para apuntar a todos los proyectos tecnológicos relevantes y fomentar los procedimientos de vía rápida. En cuanto a la preparación y monitorización, solicitan que se minimicen los riesgos para la cadena de valor de semiconductores y el sistema económico general de la UE, y que se eliminen los requisitos de informes de datos redundantes que generan ineficiencias administrativas para las empresas de chips.

También que se establezcan requisitos para salvaguardar la confidencialidad de los datos de la industria, y que se fomenten las iniciativas europeas con socios globales. Finalmente, en el ámbito de la gobernancia, que se incluya a todas las partes interesadas en el ecosistema de semiconductores de Europa. Con estas y otras recomendaciones, SEMI Europe quiere aportar su granito de arena para que se enfoque adecuadamente la ley desde el punto de vista de la industria, acelerando su aprobación e implementación para favorecer el desarrollo de las empresas del sector de cara al futuro.

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