Preocupación creciente por el coste de la energía para los centros de datos

En los últimos meses el precio de la electricidad a aumentado hasta niveles históricos, y en algunos países europeos la situación está generando gran preocupación en diferentes industrias, entre ellas la de centros de datos. Las empresas del sector están enfrentándose a los gobiernos porque consideran injusta esta escalada de precios y demandan regulaciones que favorezcan su actividad, cada vez más importante para la economía, y que se establezcan límites de precios, algo que también están haciendo las organizaciones de consumidores.

En el caso de España se ha producido un conflicto debido a que los Ministerios de Transición Ecológica e Industria del gobierno no han concedido a las empresas del sector la categoría de electrointensivas, lo que impide disfrutar de privilegios que se aplican a otras industrias como la metalúrgica, química, siderúrgica o cerámica. Las principales empresas de centros de datos que operan en España llevan tiempo solicitando este estatus, alegando que su sector está en pleno crecimiento y es un contribuyente cada vez más significativo a la economía del país.

Algo similar está sucediendo ahora en Holanda, uno de los países más importantes de la industria europea, de la mano de la Asociación Holandesa de Centros de Datos (DDA). Como máximos representantes del sector en el país, han solicitado al gobierno una intervención inmediata para limitar los precios de la energía. Afirman que el crecimiento desmedido de los precios de la electricidad requiere una acción urgente, ya que el coste del Megavatio-hora ha aumentado en muy poco tiempo de 34 euros a 346 euros. Para acabar con esta sangría solicitan un ajuste inmediato de los impuestos y recargos de la energía, y que se fijen precios máximos.

En su comunicado dicen que, “si no se toman medidas rápidamente, esto tendrá un impacto severo en muchas industrias, incluido el sector del centro de datos, que hace posibles todos los servicios en línea y muchas estructuras sociales”. Y señala que otros países del entorno ya han establecido medidas rápidas y contundentes para contrarrestar el rápido auge de los precios de la energía. Stijn Grove, director de la DDA, dice que “ahora hay un problema y no se puede resolver solamente con contratos a largo plazo y con la creación de búferes. Esto tiene un gran impacto en los centros de datos de los Países Bajos, la mayoría de los cuales son PYMEs regionales, que forman la base digital de los Países Bajos”.

El principal factor que está generando este problema es el aumento del precio del gas, ya que se ha recortado el suministro de Rusia y los proveedores parecen más interesados en los mercados asiáticos. Al mismo tiempo, el gobierno holandés está tratando de dejar atrás su dependencia del gas y ha establecido restricciones severas. Además, ha presentado planes para cerrar la planta de Groningen por el riesgo de actividad sísmica.

La DDA señala que en Francia se han congelado los precios del gas y en España se ha reducido el IVA en las facturas de energía. Mientras tanto, el gobierno holandés ha reservado 500 millones de euros para compensar el aumento de los precios, pero consideran que la medida es insuficiente y realmente no resuelve el problema. Además, sus representantes afirman que la complicada situación actual está frenando los nuevos proyectos de generación de energía en el país, y se requieren soluciones rápidas que impulsen una mayor normalización de los precios y faciliten la transición energética para reforzar la sostenibilidad del sector y del país en general.

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