Fuerte oposición a un centro de datos irlandés alimentado por gas natural
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Varios grupos de presión y ecologistas han presentado un frente sólido en contra de la construcción de un gran centro de datos en la región irlandesa de Clare, porque perciben grandes riesgos medioambientales. Aparte de que el proyecto ha multiplicado por tres su tamaño, el principal problema es que gran parte del suministro energético provendría de la combustión de gas natural, que tiene cada vez peor prensa en el país por su gran huella de carbono.
La industria digital irlandesa es un gran motor económico para el país, y uno de sus pilares son los centros de datos. Pero el gobierno quiere romper con los modelos tradicionales de alto consumo de energía y utilización de fuentes no renovables, y los ambientalistas están ganando peso en la opinión pública y en la política de desarrollo tecnológico. Un ejemplo es la oposición a la instalación de plantas de gas natural proveniente de fracturación hidráulica de Estados Unidos, una industria que continúa presionando para obtener permisos de construcción de pantas de procesado en las costas irlandesas.
Ahora se ha producido un movimiento de organizaciones como Irish Extintion Rebelion y otros grupos de presión para bloquear la construcción de un gran centro de datos en la localidad de Ennis, en el Condado de Clare. Este proyecto fue lanzado en 2019 y preveía la construcción de un centro de datos por valor de 450 millones de euros. Pero en este tiempo el proyecto ha multiplicado su dimensión, y ahora sus impulsores quieren destinar 1.200 millones para construir unas instalaciones de seis salas de datos de dos pisos, con una potencia estimada en 200 Megavatios.
Este proyecto de Art Data Centers, es una parte muy importante del Plan Económico 2040 del Consejo del condado de Clare, autoridad que está dispuesta a seguir adelante con la construcción del centro. Pero los activistas y las empresas e instituciones que se oponen al plan están ejerciendo una gran presión para bloquearlo, porque creen que existen grandes riesgos medioambientales. El motivo es que consideran que no se han publicado detalles concretos sobre este proyecto y, al parecer, las instalaciones obtendrían gran parte de la energía necesaria para funcionar de la quema de gas en 18 turbinas de combustión lenta. Esta fuente de energía generaría 120 de los 200 megavatios totales, y solo 80 megavatios provendrían de la red general.
En el borrador de la carta de protesta elaborada por los opositores al plan se dice que “se quemará gas para alimentar este centro de datos durante una emergencia climática, cuando se supone que Irlanda reducirá las emisiones nacionales en un 51% en virtud del Proyecto de Ley de Acción Climática y Desarrollo Bajo en Carbono. El desarrollo propuesto aumentará nuestras emisiones de combustibles fósiles y es incompatible con este proyecto de ley”.
Opinan que la quema de metano supone un riesgo muy alto de que se produzcan filtraciones a la atmósfera de un gas con un potencial de calentamiento global muy superior al del CO2. Los ambientalistas dicen que el Consejo del Condado de Clare no ha requerido a los responsables del proyecto que generen energía renovable para sus instalaciones, ni que contraten este tipo de suministro a los proveedores de energía. Por ello, afirman que se les debería denegar el permiso, ya que el proyecto va en contra de los objetivos medioambientales del país, algo que debería primar sobre la necesidad de construir una instalación de estas características a cualquier precio, por mucho que se prometan puestos de trabajo para la región.