Las ventas de SSD crecieron un 21% en 2020, alcanzando 333 millones de unidades

Mientras que otros segmentos de almacenamiento han experimentado caídas y fluctuaciones que han acabado minando el desempeño general de las ventas, los discos duros de estado sólido han mostrado un crecimiento muy destacado durante el año pasado. Según las cifras preliminares que acaban de publicar los expertos de Trendfocus, a lo largo de 2020 se vendieron 333 millones de unidades SSD, un 21% más que en 2019. Y, gracias al progreso tecnológico que ha realizado la industria, la capacidad de almacenamiento que representan estas ventas habría crecido un 50%, alcanzando un total de 207 exabytes.

Estas cifras pertenecen al último informe trimestral realizado por estos expertos del sector, en el que destacan el buen desempeño que tuvo el mercado en el cuarto trimestre de 2020. En esos tres meses los envíos de SSD crecieron otro 6%, hasta sumar 87 millones de unidades, y la capacidad aumentó otro 1% hasta los 55 exabytes, cerrando el año con broche de oro.

Esto se ha logrado gracias al fuerte aumento de demanda de los SSD de canal y de las unidades destinadas a los ordenadores personales, especialmente en los diferentes segmentos de portátiles. Gracias a esto se ha logrado compensar sobradamente la reducción secuencial que se ha producido en las ventas de SSD empresariales y destinados a la nube, donde todavía quedaba inventario por consumir.

Según las investigaciones de Trendforce, los envíos de capacidad del cliente aumentaron un 18% secuencial con respecto al tercer trimestre, alcanzando unos 9,41 exabytes en total, superando a otros segmentos tradicionalmente más fuertes. Por su parte, los envíos de soportes en formato M.2 a clientes aumentaron un 11%, logrando alcanzar unos 25,11 exabytes.

Mientras tanto, todas las categorías de SSD empresariales han registrado una caída importante en el último cuarto de 2020, destacando especialmente el descenso del 31% en las ventas y del 34% en la capacidad enviada del segmento SSD SAS. Al mismo tiempo, los discos duros SSD SATA empresariales han seguido perdiendo fuerza, en favor de las nuevas interfaces basadas en PCI Express, algo que se ha notado en el escaso consumo de los abultados inventarios.

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