El proteccionismo frena el sector datacenter japonés
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A pesar de ser uno de los países con una mayor demanda de centros de datos, japón es un mercado muy difícil para los proveedores extranjeros, ya que el país tiene una política muy proteccionista que favorece a las empresas locales. Pero esto ha generado una gran acumulación de demanda y los gigantes extranjeros quieren aprovechar la oportunidad, a pesar de las dificultades.
Aunque japón está altamente digitalizado, no se cuenta entre los mercados digitales más florecientes de Asia Pacífico, como China, Singapur o Malasia, ya que su industria tecnológica da la impresión de ser muy autosuficiente. Pero la realidad es que existe una gran demanda de capacidad de centros de datos en el país, debió a que el gobierno establece unas medidas muy proteccionistas al sector, y las empresas nacionales tienen problemas para seguir la velocidad de expansión actual.
Esta demanda abarca tanto los clientes empresariales como los proveedores de la nube hiperescala, y está creciendo rápidamente con las siguientes etapas de la transformación digital. Los inversores de Estados Unidos, Europa y China no quieren perder la oportunidad de capitalizar este mercado, pero para lograrlo deberán superar las restricciones japonesas. Además, existe un problema de limitación del espacio disponible para la construcción de instalaciones, algo que ya ha saltado a la opinión pública a causa de un reciente escándalo de corrupción de gran envergadura.
Una empresa estadounidense logró superar todas esas barreras para iniciar la construcción en Osaka, una de las ciudades con más necesidad de aumentar la capacidad de centros de datos en el país. Esto supuso la dimisión del presidente de la empresa japonesa responsable de este escándalo de corrupción, Kepco, y una disculpa pública de sus ejecutivos. En ella, Takashi Morimoto, presidente de la compañía, dijo: “nos gustaría nuevamente expresar nuestras más sinceras disculpas a los clientes y la sociedad por la gran cantidad de problemas causados por este asunto. Estamos haciendo esfuerzos para restaurar la confianza”.
Este caso pone de relieve que algunas de las prácticas supuestamente proteccionistas no tienen como objetivo ayudar a la industria del país, sino favorecer a determinadas partes interesadas. Y, tras revelarse escándalos similares relacionados con otras industrias, ese proteccionismo está siendo puesto en cuestión, y las empresas de centros de datos extranjeras están presionando para que el gobierno se replantee sus estrategias. Y sus alegatos van en sintonía con las opiniones de los expertos en el sector tecnológico, que reclaman un mayor aperturismo para hacer frente al crecimiento de los datos y las aplicaciones digitales en el futuro, ya que los proveedores nacionales no son capaces de cubrir la demanda de capacidad.
Esto está dando lugar a nuevos contratos con proveedores extranjeros, que están comenzando a construir instalaciones en el país para dar mejores condiciones a sus clientes. Y los expertos confían en que en el futuro el mercado japonés de centros de datos estará más abierto a la presencia de empresas de otros países, favoreciendo la competencia y ayudando a las organizaciones a avanzar en un futuro en el que la vida, el gobierno y los negocios estarán absolutamente ligados a los datos y entornos digitales.