La transición de HDD a SSD en Europa se acelerará este año

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Kingston SSD

El mercado de almacenamiento lleva tiempo experimentando la transición de los clásicos discos duros magnéticos a las nuevas unidades de estado sólido. Según estudios recientes, este año los ordenadores de sobremesa realizarán la transición a los discos SSD, tal como se ha visto en la inmensa mayoría de segmentos de portátiles desde 2017.

Las ventas de discos duros HDD están pasando a las tecnologías de estado sólido, ya que los consumidores y las empresas prefieren los SSD para sus ordenadores y servidores e, incluso, para muchos usos portátiles. Esta transición es natural, ya que los discos basados en chips NAND flash consumen menos energía, son mucho más rápidos y más pequeños y ligeros. Además, su precio está cada vez más cerca del de los HDD convencionales, por lo que se están convirtiendo en la opción preferida como disco principal.

Esto está apoyado por la irrupción de nuevas tecnologías como los discos con interface M.2 NVMe, que tienen un factor ultrareducido ideal para equipos portátiles, pero también para los ordenadores de sobremesa y los servidores de nueva generación. Y lo mismo reza para las nuevas plataformas de almacenamiento basadas en HDD o híbridas, que permiten usar estas nuevas unidades como caché para acelerar el acceso a los datos.

Ciertos usos como el archivo a largo plazo o el almacenamiento masivo todavía son terreno de los HDD, pero las unidades de estado sólido, sin duda, están acaparando el mercado, al menos en regiones como Europa. Según un reciente informe elaborado por los investigadores de Context, ya en 2017 los envíos de ordenadores equipados con HDD en la región representaron solo el 34,5% del total, dejando el resto a los equipos con SSD.

En 2018 este porcentaje bajó al 23,8% y en 2019 a solo un 9,9%, lo que indica claramente que la transición se ha acelerado en sus últimas etapas. En opinión de Gurvan Meyer, analista de empresas comerciales en Context, “la fuerte caída en el precio por gigabyte observada en 2019 es el principal impulsor de la aceleración de la adopción de SSD, ya que permite a los proveedores vender configuraciones de SSD a precios competitivos”.

A esto se suma que el almacenamiento online está abaratándose, por lo que se buscan cada vez más configuraciones de equipos locales con capacidad más contenida, pero más rendimiento. En palabras de Meyer, “por lo tanto, los vendedores pueden vender modelos con menos almacenamiento y esto también está apoyando la transición hacia los SSD. Y, por último, pero no menos importante, la mayoría de los consumidores ahora han experimentado las ventajas que los SSD aportan al uso diario de la computadora”. Y por ello no les importa pagar un poco más por la mejoría que supone contar con un ordenador equipado con un SSD.

En el caso de los ordenadores de sobremesa, el porcentaje de unidades vendidas con SSD el año pasado ha sido del 82% y, aunque los países del sur de Europa como España o Italia están algo más rezagados, alcanzarán estos porcentajes dentro de poco tiempo. En conclusión, Meyer dijo que es bastante probable que para finales de año “ninguna computadora portátil nueva vendida en Europa Occidental tendrá HDD como componente de almacenamiento primario, y hay pocas dudas de que el segmento de ordenadores de escritorio seguirá este camino en 2021”.

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