La industria americana de semiconductores apoya el preacuerdo USMCA

Las relaciones comerciales de Estados Unidos con China han afectado negativamente a la industria de semiconductores estadounidense, que en el último año ha perdido fuerza en segmentos clave como la memoria. Mientras tanto, las voces más influyentes del sector han tratado de razonar con el gobierno para que adoptase estrategias comerciales más abiertas, sin éxito, y estaba muy preocupados por la competitividad de las empresas de la región de cara al futuro.

Ahora, los representantes de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA) norteamericana han celebrado el nuevo acuerdo provisional al que han llegado los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México, que se materializará en el esperado pacto comercial USMCA. En un comunicado reciente, la organización aplaude este éxito e insta a que sea ratificado lo antes posible.

Consideran que este acuerdo constituye una gran victoria que fomenta el libre comercio y que potenciará a la industria norteamericana para que afiance su liderazgo mundial en sectores tecnológicos clave. Esperan que este acuerdo elimine barreras de mercado, ayude a proteger mejor la propiedad intelectual y fortalezca la economía digital y la cadena de suministro de semiconductores americana.

Porque consideran que es vital para el éxito la industria de semiconductores de Estados Unidos poder acceder de forma libre, justa y abierta a los mercados globales. Según sus estimaciones esta es la cuarta industria más grande en términos de exportaciones, lo que la convierte en un motor económico muy importante para el país y para la región.

Además, la SIA aplaude que el USMCA incluye varias de las prioridades más importantes para la industria de Estados Unidos, como las nuevas disciplinas para garantizar el acceso al mercado de productos de cifrado más innovadores, mayores protecciones y sanciones más severas para salvaguardar los secretos comerciales. Y también nuevas reglas que garantizan la competencia justa y transparente entre las empresas del país, y la prohibición de la transferencia forzada de código fuente.

Con estas condiciones, la industria de semiconductores estadounidense ve un terreno fértil para el avance de su sector, en una época en la que los mercados y los proveedores asiáticos están apostando fuerte por ganar terreno en aquellas áreas en las que Estados Unidos mantiene el liderazgo tecnológico. Con este acuerdo se refuerza el mercado interno norteamericano y se habilitan mecanismos para competir a nivel global.

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