Taiwán aumenta su producción interna de servidores, pero mantiene muchas operaciones en China

Las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, y la aplicación de nuevos aranceles a los productos del país asiático han llevado a la industria taiwanesa de servidores y otros equipos informáticos a trasladar sus fábricas fuera de China. Con ello querían eludir los elevados impuestos a sus productos, del 25%, pero el proceso está siendo lento y costoso, y las empresas de Taiwán todavía no han logrado reactivar del todo su capacidad productiva.

Aunque los fabricantes ODM acaban de lanzar nuevas líneas de producción en Taiwán, los expertos de DRAMeXchange señalan que China todavía acapara la mayor parte de beneficios en el mercado de servidores. De momento, su estrategia es protegerse frente a los aranceles que impone Estados Unidos a los productos manufacturados en China, y a pesar de que las tensiones comerciales están justo ahora en un punto de relajación, los fabricantes ODM taiwaneses van a continuar con este proceso de repatriación de la capacidad productiva.

Esto protegerá sus negocios con sus clientes en Estados Unidos, que suponen una gran parte del mercado global. Este es el punto de vista que impera entre grandes marcas ODM taiwanesas del mercado de servidores, principalmente Inventec, Wiwynn o Quanta, pero hay más. Según informa Mark Liu, analista senior de TrendForce, Inventec ha añadido dos nuevas líneas de producción a su industria en Taiwán a finales de 2018, mientras que Wiwynn ha agregado una en el sur de Taiwán, con planes confirmados para abrir otra más durante el segundo trimestre de 2019, que le permitirá incrementar su capacidad. Por su parte, Quanta va a agregar tres líneas nuevas de producción de servidores L6 próximamente, para mejorar su producción, y otras maras están llevando a cabo planes similares.

Pero, por ahora, los expertos de TrendForce afirman que estos planes no han avanzado lo suficiente como para recuperar el terreno perdido en China, debido a los problemas que se presentan en el rendimiento de fabricación y pruebas en las nuevas instalaciones, y no se espera que logren superar estas dificultades a corto plazo.

Por ello, se espera que los fabricantes ODM de Taiwán seguirán dependiendo en gran medida de las industrias en China, especialmente las que fabrican las placas base de servidores, lo que seguirá añadiendo presión económica en los negocios con Estados Unidos. Para evitar estas tarifas adicionales, las empresas de Taiwán están llevando a cabo “trasbordos” de tecnología. Por ejemplo, enviando servidores L6 a Taiwán para luego mandarlos a Estados Unidos, donde se transforman en L7. Estyo impone costes adicionales por los envíos, pero aun así sigue siendo más rentable que afrontar los aranceles del 25%.

Por ello, los analistas de Trendforce indican que todavía sale más económico fabricar en China, incluso después de añadir los impuestos adicionales, por lo que la industria taiwanesa de fabricantes ODM seguirá manteniendo buena parte de la fabricación de placas base en China y, a medida que sus planes de reubicación vayan avanzando, se plantearán si merece la pena completar la mudanza de todas sus líneas de fabricación de componentes.

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