Las competiciones eSports fomentan la construcción de centros de datos

Todos los servicios digitales se apoyan en tecnologías físicas que soportan las tareas de almacenamiento de datos, cálculo y comunicaciones entre el software y los usuarios finales, y los juegos online no son una excepción. Con el constante crecimiento del sector eSports la infraestructura subyacente está cobrando cada vez más importancia, ya que exige una gran capacidad de almacenamiento, comunicaciones de baja latencia y procesamiento gráfico y de IA de alto rendimiento. Los servicios de juego online se apoyan en redes de centros de datos repartidas por todo el mundo, que proporcionan las prestaciones necesarias para que sus usuarios puedan disfrutar del juego con fluidez, sin interrupciones y con la mejor calidad de imagen. Pero cuando se celebra un torneo presencial se concentran cientos o incluso miles de usuarios en un solo lugar, lo que requiere una infraestructura local que sea capaz de gestionar los datos, la ejecución de los juegos y la conectividad de red de todos los jugadores. Generalmente, los organizadores de estos eventos recurren a partners y tecnología propia para construir temporalmente la infraestructura necesaria, pero en los últimos tiempos están surgiendo nuevas iniciativas por parte de determinadas ciudades interesadas en acoger estas multitudinarias competiciones.

Las inversiones necesarias para construir un centro de datos de alto rendimiento para esta clase de eventos son muy grandes, pero existe un gran potencial de negocio para las ciudades donde se celebran, que atraen a gran cantidad de personas durante varios días, llenando sus hoteles y restaurantes, y generando mucho negocio. Donde más se está notando esta tendencia es en Estados Unidos, una de las mecas de los videojuegos, donde se están desarrollando grandes proyectos en ciudades destacadas como Atlantic City (NY). Aquí se está planeando la construcción de un datacenter en el Centro de Convenciones de Atlantic City, que tendrá un coste aproximado de 5 millones de dólares. Cn ello quiere convertirse en un destino destacado para la industria del videojuego, atrayendo tanto a empresas del sector como a los organizadores de competiciones eSports internacionales. Otro ejemplo dentro de EEUU se encuentra en la localidad de Lakewood (Colorado), que aprovechó la localización de unas viejas instalaciones dedicadas al baseball para construir el primer estadio de eSports del estado. Esta infraestructura abarca 18.000 pies cuadrados, cuenta con 125 monitores de ordenador y suficiente equipamiento tecnológico para que 200 personas puedan jugar a la vez.

Para que la industria de los eSports pueda continuar dando el mejor servicio a los jugadores, tanto a través de Internet como en torneos presenciales, es preciso que se apoye en centros de datos modernos y capaces de trabajar con estas aplicaciones tan exigentes, pero además exige la menor latencia en las comunicaciones, ya que los datos que se envían contienen audio, vídeo de alta calidad e información de juego, y todo ello se debe entregar con la rapidez más cercana posible al tiempo real. Lograr esto es cada vez más complicado y costoso, y cada vez se requerirán más centros de datos dedicados a estos usos en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, Europa y ciertas regiones de Asia, donde se concentra el mayor volumen de jugadores.

Esto supone una oportunidad interesante para las autoridades de ciudades que quieran entrar en este negocio, que puede generar importantes beneficios en varios sentidos. Por una parte, mediante la construcción de un ecosistema empresarial vinculado a uno de los sectores tecnológicos de más éxito en la industria del entretenimiento, creando un nuevo mercado de trabajo. Por otro, atrayendo este tipo de competiciones a su región, que reúnen a gran cantidad de jugadores y fans de los videojuegos, lo que produce beneficios económicos directos e indirectos.

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