Acabando con los silos de datos para modernizar los sistemas de salud

La pandemia ha puesto a prueba al sector sanitario, que ha tenido que reconocer la necesidad imperiosa de llevar a cabo la transformación digital para abordar los retos no ya del futuro, sino del presente. Un ejemplo se ha podido ver en el Sistema Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, que se ha enfrentado a numerosos problemas por la existencia de silos de datos y por las dificultades para gestionar adecuadamente la privacidad y la gobernanza de los datos.

Al no contar con acceso a la información necesaria el sistema nacional de salud se ha visto incapaz de recopilar y analizar la gran cantidad de datos que captura, retrasando la respuesta frente a cualquier incidencia. En un evento organizado por Digital Health los expertos han puesto énfasis en la necesidad de acabar con la recopilación y el uso aislado de los datos para homogeneizar los servicios sanitarios. Y señalan que esto será cada vez más importante a medida que el sistema sanitario vaya recuperándose de la difícil situación que ha vivido en los dos últimos años.

Aunque será necesario abordar cuestiones importantes como la privacidad y la gobernanza, cuestiones que se revelarán más complejas a medida que se vayan rompiendo los silos de datos para facilitar el intercambio de información entre los diferentes actores de la industria sanitaria. En opinión de Ayub Bhayat, director de información y plataforma de datos de NHS Improvement, las variadas estrategias de recopilación de datos sanitarios hacen que sea casi imposible responder a la velocidad que exige cada situación.

Teniendo en cuenta que los datos se almacenan en una amplia variedad de sistemas, desde informes en papel a hojas de cálculo, muchas veces inaccesibles entre departamentos, se hace muy complicado contar con toda la información necesaria para comprender ciertas situaciones. Para resolver estos desafíos el NHS ha creado un almacén común de datos basado en la nube, alimentado por multitud de fuentes pertenecientes a todo el sistema de salud de Inglaterra.

Esta nueva infraestructura cuenta con paneles y herramientas de flujo de trabajo que permiten analizar a fondo los datos recopilados, acelerando considerablemente la toma de decisiones. Con ayuda de estas nuevas tecnologías también han mejorado su comprensión de cómo se comporta y se propaga el coronavirus, ayudando a identificar los niveles de riesgo para cada segmento de población, mejorando considerablemente la atención sanitaria a todo tipo de pacientes, especialmente los más vulnerables.

El camino que ha iniciado el sistema se salud de Reino Unido ejemplifica cómo debería evolucionar la estrategia de datos sanitarios a nivel mundial, y muchos otros países están siguiendo caminos similares. En el caso de España se están realizando importantes esfuerzos para modernizar y digitalizar la sanidad pública, aunque todavía queda mucho camino que recorrer para construir un sistema de datos más unificado y libre de silos que retengan información importante.

Cuantos más datos se recopilan y más se abren para su procesamiento y análisis por parte de los profesionales de la salud, más riesgos surgen en materia de privacidad y seguridad. Por ello, uno de los mayores desafíos es desarrollar una estrategia que permita cumplir con las regulaciones europeas de protección de datos sin limitar excesivamente su aprovechamiento para conocer la situación y tomar decisiones mejor informadas con rapidez.

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