Resiliencia en los centros de datos edge

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Los centros de datos edge proporcionan soluciones de almacenamiento y procesamiento de datos cerca de su fuente, lo que reduce la latencia de los servicios y la sobrecarga del centro de datos principal. Pero esta modalidad de TI también genera ciertas preocupaciones, entre ellas la resiliencia, ante lo que se están replanteando las estrategias de redundancia para proteger mejor los datos y las cargas de trabajo perimetrales sin elevar el coste.

La evolución tecnológica de la infraestructura TI perimetral ha sido lenta y tradicionalmente su mercado ha estado limitado a unos pocos casos de uso, siendo un nicho poco explotado por los proveedores. Pero con el avance de la digitalización y la necesidad de brindar servicios de baja latencia está aumentando mucho la demanda de esta modalidad de TI. Especialmente entre las organizaciones de sectores como las telecomunicaciones o la industria, pero existen cada vez más clientes potenciales. 

Su popularización crece a medida que aumenta la necesidad de capturar, almacenar y procesar datos cerca de su fuente, y en los próximos años se espera un gran auge de distintos tipos de centros de datos perimetrales. Pero en muchos casos las aplicaciones a las que van destinadas estas instalaciones están sujetas a ciertos requisitos en materia de protección de datos, y la industria está evaluando cómo enfocar cuestiones como la resiliencia, una preocupación mayor, incluso, que la capacidad, la potencia o el modelo de negocio que justifique la inversión en estas instalaciones.

En un reciente artículo publicado por el Uptime Institute, sus expertos destacan la variedad cada vez mayor de centros de datos edge, que ya se pueden adquirir en forma de módulos prefabricados, de pequeño tamaño, que se pueden operar de forma remota y se pueden implementar para multitud de aplicaciones específicas. Pero la resiliencia es una cuestión que todavía no se ha concretado del todo, y todavía existen muchas dudas sobre el nivel necesario y el diseño de la estrategia de protección.

El enfoque más común sigue siendo la redundancia de la infraestructura en el sitio, lo que garantiza la resiliencia de los centros de datos perimetrales pero encarece la instalación y el mantenimiento. Aunque, según las últimas investigaciones del Uptime Institute, está aumentando el interés por la resiliencia distribuida basada en software y en la red, y 9 de cada 10 propietarios y operadores de centros de datos en el borde creen que se utilizará con mucha o cierta frecuencia en los próximos dos o tres años.

El modelo de resiliencia distribuida implica la replicación síncrona o asincrónica de datos en diferentes sitios, pero hasta ahora ha sido usada principalmente por los grandes proveedores de servicios de Internet. Esta arquitectura se implementa en zonas de disponibilidad de la nube, que generalmente cuentan con unos tres o más centros de datos separados geográficamente, y se combina con la propia resiliencia en el sitio.

Para estos operadores es fundamental garantizar el servicio, por lo que aplican ambas estrategias de resiliencia (local y distribuida) asumiendo un coste elevado pero necesario para ofrecer garantías reales a los clientes. Pero en muchas aplicaciones de centros de datos en el borde es posible reducir los recursos de redundancia en el sitio gracias a la redundancia distribuida, que también ofrece una mayor flexibilidad al habilitar el movimiento de cargas de trabajo entre diferentes centros de datos edge para optimizar la entrega de servicios.

En estas arquitecturas distribuidas los centros de datos edge se conectan y operan de forma coordinada, con una topologíoa jerárquica o de malla, y el elemento redundante es al menos uno de los centros de datos perimetrales al completo. Si se produce una interrupción por haber alcanzado el límite de capacidad o en caso de un proceso de mantenimiento programado, algunas o todas las cargas de trabajo se trasladan a uno o más centros de datos de la red perimetral.

En cambio, los centros de datos en el borde cuya resiliencia se basa solamente en la redundancia en el sitio ejecutan las cargas de trabajo de forma independiente de otros sistemas de la red empresarial. Esto genera más riesgos de sufrir interrupciones o de reducir la velocidad de entrega de servicios en condiciones de sobrecarga de trabajo. Pero permite a organizaciones con recursos o necesidades más limitadas trasladar la ejecución de aplicaciones y el almacenamiento de ciertos datos al perímetro, mejorando los servicios sin incrementar excesivamente el coste.

Los expertos del Uptime Institute aclaran que estos modelos no son excluyentes, y que la resiliencia distribuida crea oportunidades para reducir la redundancia de componentes en sitios individuales sin poner en riesgo la continuidad del servicio. Pero no todas las aplicaciones de la TI perimetral se basan en redes de centros de datos por necesidad, por lo que muchos usuarios solo necesitan contar con un centro de datos en el borde, y no tienen tantas facilidades para implementar un modelo de resiliencia distribuida.

En cualquier caso, los expertos sugieren a las organizaciones que implementen centros de datos en el borde que exploren las posibilidades de combinar una resiliencia a nivel de sitio con la resiliencia distribuida, incluso aprovechando la TI central para apoyar la resiliencia de la TI en el borde. Aunque alertan de que deberán afrontar algunos desafíos antes de lograr que el sistema funcione sin problemas, dada la mayor complejidad del software y la red. Y también porque, al no existir personal en las instalaciones perimetrales, es vital contar con una buena monitorización remota y administración de la red para anticiparse a posibles interrupciones y limitaciones de capacidad.

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