La sostenibilidad de los centros de datos debería abarcar toda la cadena de valor

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Actualmente, los objetivos de sostenibilidad que están imponiéndose los centros de datos contemplan sobre todo las emisiones de carbono relacionadas con sus propias actividades y con la naturaleza de la energía que consumen. Pero en esta industria intervienen muchos otros actores, especialmente en la provisión de la tecnología que utilizan, y algunas empresas destacadas están incorporando en su estrategia objetivos de Alcance 3, que incluyen a todos los integrantes de la cadena de valor.

La sostenibilidad medioambiental es un concepto que se está propagando entre las empresas de centros de datos, basándose principalmente en las métricas de emisiones de carbono. En la escala oficial se contemplan tres niveles en cuanto a los objetivos de reducción de emisiones, y la industria datacenter se está centrando especialmente en los de Alcance 1 y Alcance 2, recogidos en el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol). Los primeros se refieren a las emisiones de CO2 derivadas de su actividad, y se atajan incrementando al máximo la eficiencia de las instalaciones. Los de Alcance 2 se relacionan con la producción de la energía comprada y consumida, algo que los centros de datos están resolviendo a través del uso de energías renovables.

Pero queda otro campo, los objetivos de Alcance 3, que pocas empresas del sector están considerando en sus estrategias de sostenibilidad. Según los expertos, este es el verdadero reto que enfrenta la industria, ya que afecta a todos los actores dentro de cadena de valor de los centros de datos. Esto abarca desde los proveedores de infraestructura informática y de equipos auxiliares a las empresas de logística que los suministran y muchas otras compañías relacionadas con la construcción, mantenimiento y operación de las instalaciones.

En un reciente artículo publicado por el medio Datacenter News, el experto Mark Deguara, director general de centros de datos de Schneider Electric profundiza en esta cuestión. Explica que muchas voces autorizadas afirman que el consumo global de energía de los centros de datos y de las redes de interconexión va a situarse entre un 1% y un 10% del total mundial. Y cita las últimas cifras de Gartner, que pronostican un aumento del 6% en el gasto mundial en infraestructura TI para centros de datos este año, lo que tendrá un impacto perceptible en el consumo energético, entre otras cosas.

Este crecimiento plantea ciertos desafíos en materia de sostenibilidad, y Deguara explica que la mayoría de empresas están trabajando principalmente en los objetivos de Alcance 1 y 2. Pero afirma que, si no se contemplan los de Alcance 3, la industria no logrará desbloquear el verdadero potencial de sostenibilidad de los centros de datos, porque las emisiones de Alcance 3 muchas veces superan a las de las otras categorías. Esto tiene mucha lógica, ya que abarca el impacto ambiental de los socios y proveedores, muchas compañías externas sobre las que los centros de datos no tienen ningún control.

Abordar esta cuestión es muy complejo ya que requiere la creación de un ecosistema de sostenibilidad en todos los niveles de la industria. El primer paso puede ser identificar el volumen de emisiones de carbono de la cadena de suministro, un punto de partida para desarrollar programas de descarbonización. Con esta métrica en la mano, los operadores de centros de datos pueden buscar socios que puedan comprometerse con estos objetivos de sostenibilidad y apoyen esta visión.

Pero involucrar a los socios en este nuevo ecosistema sostenible implica en muchos casos ayudarles a diseñar las estrategias que permitan reducir la huella de carbono, y esto requiere diferentes estrategias que deben estudiarse caso por caso. Una de ellas puede ser impulsar el uso de energías renovables entre los socios y proveedores, y en este caso se requiere apoyo adicional para que se pueda lograr el cambio de las operaciones de fabricación y logística hacia estas fuentes no contaminantes

Deguara también menciona otra medida que los operadores de centros e datos podrían considerar para construir una cadena de suministro más sostenible, que es la implementación de diseños más eficientes para el uso de recursos. Esto implica aprovechar el análisis de ciclo de vida del producto, en el que se puede medir la huella de carbono desde la extracción de los recursos naturales empleados en la fabricación de los equipos informáticos hasta su eliminación tras finalizar su vida útil. Esto podría ayudar a los fabricantes a cambiar de enfoque para incorporar más materiales reciclados y reducir el consumo de recursos en la fabricación, tanto agua como energía.

En conclusión, este experto explica que adoptar una estrategia de reducción de emisiones de Alcance 3 exige que los operadores de centros de datos amplíen su visión y asuman una responsabilidad mayor. Pero los beneficios de construir una cadena de valor más sostenible se dejarán sentir a medio y largo plazo. Por un lado, permitirán reducir costes directos y mejorar los márgenes. Por otro, proporcionarán beneficios en campos menos tangibles pero importantes para ganar competitividad, como una imagen de marca más verde, respaldada por datos reales, que a atraerá a los clientes que tienen sus propios objetivos de sostenibilidad y quieren centros de datos capaces de cumplir con los más altos estándares medioambientales.