La memoria emergente generará 36.000 millones para 2030
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En la próxima década se va a producir una transición desde los formatos de memoria actuales a nuevas tecnologías como 3D Xpoint, MRAM o ReRAM, que proporcionan capacidades entre el almacenamiento y el cómputo. Como resultado, se prevé que para 2030 el mercado de estas memorias emergentes podría alcanzar un valor de más de 36.00 millones de dólares.
Las aplicaciones más exigentes, como la analítica en tiempo real o la inteligencia artificial, requieren un acceso a los datos de máxima velocidad, lo que está dando lugar a nuevas tecnologías de memoria de trabajo y de almacenamiento. En muchos casos, estas memorias emergentes se pueden usar para ambas tareas, dando lugar a lo que se conoce como almacenamiento o memoria computacional, un concepto que se basa en trasladar cargas de computación al propio almacenamiento.
Esto no se puede hacer, o es difícil de lograr, con las tecnologías de memoria actuales, como DRAM y NAND, por lo que la industria está trabajando en nuevas tecnologías como la memoria de punto de cruce, la MRAM, la ReRAM o la STT-RAM. La primera, representada por los productos 3D Xpoint de Intel-Micron, ya ha demostrado resultados de alto rendimiento que superan a la memoria 3D NAND Flash en velocidad, con un coste inferior al de la DRAM.
El resto de formatos no están tan desarrollados, pero los expertos prevén que en la próxima década se sumarán al mercado que han generado las primeras tecnologías de lo que se conoce como “memoria emergente”, y que tendrán un papel fundamental en el desarrollo tecnológico. Según las previsiones de los expertos de la firma Coughlin Associates, el mercado de estos tipos de memoria podría crecer hasta un valor de 36.000 millones de dólares en el año 2030.
Esto se logrará gracias a que en este tiempo se verán desplazadas memorias como NOR flash, SRAM y DRAM, en favor de la memoria no volátil de alto rendimiento. Y este avance se verá en diferentes categorías tecnológicas, desde los dispositivos integrados a las plataformas de computación de alto rendimiento. En palabras de Jim Handy, responsable de este estudio, “las tecnologías de memoria emergentes se han vuelto extremadamente interesantes para los diseñadores en todo tipo de sistemas. Los chips para IA e IoT están comenzando a adoptarlos como memorias integradas, y los sistemas más grandes ya están cambiando sus arquitecturas para adoptar memorias emergentes como una alternativa superior a las tecnologías de memoria más populares de la actualidad”.
Por su parte, Tom Coughlin, presidente de Coughlin Associates, comentó que “esta será una transición desafiante para la industria, pero los beneficios resultantes serán significativos. Dado que muchos de estos tipos de memoria emergentes requieren nuevos materiales y procesos”, las fábricas deberán adaptarse y modernizar sus procesos, lo que proporcionará grandes oportunidades para los inversores y los proveedores de equipos. Según sus estimaciones, gracias a que los precios de la memoria 3D Xpoint son inferiores a los de la DRAM, este formato de memoria podría generar ingresos de más de 25.000 millones de dólares para 2030.
Mientras tanto, los ingresos combinados de formatos como la MRAM y la STT-RAM crecerán hasta más de 10.000 millones, multiplicando por 285 el volumen de 2019. Y el informe destaca también que las memorias ReRAM y MRAM competirán por reemplazar a la mayor parte de aplicaciones actuales de memorias NOR y SRAM integradas en los actuales SoC (Systen-on-Chip). Esto llevará a grandes inversiones en las fábricas, con ingresos por renovación de equipos de fabricación que podrían pasar de unos 44 millones de dólares en 2019 a unos 696 millones en 2030, solo en el caso de la MRAM.
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