La industria de semiconductores americana continúa bajando su facturación
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Según las últimas cifras publicadas por los representantes de la industria, la facturación de las empresas norteamericanas de semiconductores ha vuelto a descender en agosto, con respecto a las cifras del mes anterior. Esto confirma que se está manteniendo en el tiempo la mala situación del sector, que contrasta con las buenas cifras registradas en los ejercicios anteriores, y no parece que la situación vaya a mejorar a corto plazo.
La asociación SEMI, representante de la industria de semiconductores, las empresas del sector en Norteamérica continúan registrando un descenso en la facturación, que solo en el mes de agosto ha descendido hasta los 2.000 millones de dólares (promedio de tres meses), un 1,4% menos que en julio de este año. Esta tendencia está arrastrando las ganancias de la industria en América del Norte, con unos números que durante el mes pasado se situaron un 10,5% por debajo de los registrado en el mismo mes de 2018.
En palabras de Ajit Manocha, presidente y CEO de SEMI, “La facturación de agosto de los fabricantes de equipos de América del Norte disminuyó un 1% en relación con los niveles de julio. Sin embargo, a pesar de que la industria enfrenta vientos en contra, los niveles de facturación mensual se han mantenido por encima de los $ 2 mil millones durante los últimos cuatro meses”.
A pesar del optimismo del representante de SEMI, lo cierto es que la industria norteamericana de semiconductores está en un momento complicado, ya que el conflicto comercial con China está afectando a todos los niveles de una industria que tiene una estrechísima vinculación con China y el resto de países asiáticos con industrias avanzadas. La introducción de los nuevos aranceles ha obligado a las empresas de estos países a mudarse fuera de china o a adoptar estrategias comerciales complejas para evitar este sobrecoste.
Y esto afecta al funcionamiento general de la industria, así como a la confianza de los clientes en la solvencia de las empresas norteamericanas, que están encontrando cada vez más competencia en tecnologías de semiconductores clave, como los procesadores, la memoria y las nuevas categorías de chips y componentes de silicio relacionados con las tecnologías emergentes.
Propaganda política aparte, si la administración estadounidense no cambia de enfoque a medio plazo, en la próxima década su liderazgo en sectores tecnológicos clave se podría ver seriamente amenazado. Y sus intentos de reconstruir la capacidad industrial de Estados Unidos en las industrias vinculadas a la tecnología podría quedar en un mero intento, mientras que otras regiones de Asia e, incluso, Europa, podrían tomar el relevo apostando por políticas comerciales más abiertas y por modelos de investigación colaborativa que impulsarían el desarrollo tecnológico y de las nuevas industrias en estas regiones en el futuro. Y los semiconductores aún serán la base de todo esto durante varias décadas más, como poco.
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