Los centros de datos elevan el riesgo de incendios en fechas veraniegas

El cambio climático es un hecho cada vez más reconocido por los gobiernos y por los representantes de diferentes industrias, que están alertando de las consecuencias que pueden tener tanto el aumento de las temperaturas como los desastres naturales vinculados a este efecto. Uno de los más graves son los incendios, que destruyen todo a su paso y que causan grandes pérdidas económicas y se cobran muchas vidas todos los años.

Las causas de estos siniestros pueden ser naturales o provocadas, pero también accidentales, debido a infraestructuras que generan riesgos, como son las líneas de suministro eléctrico. Tras el último incendio grave ocurrido en California, a causa de un problema en una línea de alta tensión, los representantes del Uptime Institute, una organización vinculada a la industria de los centros de datos, han emitido una serie de recomendaciones a las eléctricas.

Dada la alta carga que se requiere para la alimentación de los centros de datos en zonas como Silicon Valley, los expertos solicitan a las empresas de suministro eléctrico y a los operadores de grandes instalaciones de computación que revisen a fondo sus infraestructuras. Opinan que estas industrias, en muchos casos, no están preparadas para afrontar los efectos que impondrá el cambio climático.

El objetivo es que se reúnan los representantes del sector con los proveedores de suministros básicos y con las autoridades para abordar esta cuestión y prepararse de cara al futuro. Esto permitirá salvaguardar sus intereses y garantizar la seguridad para la población, especialmente en lo que se refiere a los incendios, pero también en otras cuestiones relativas al impacto ambiental de sus respectivas industrias.

En este sentido, como han informado en el medio The Wall Street Journal, la empresa PG&E, uno de los principales proveedores de energía de California, planea reducir el suministro eléctrico en numerosas regiones, en épocas en las que las condiciones climáticas eleven el riesgo de incendios. Y también tiene pensado invertir una fuerte suma para modernizar sus infraestructuras en los próximos cuatro años.

Esta estrategia responde a sucesos como el incendio ocurrido el año pasado en Camp Fire, en el que perdieron la vida 85 personas y que destruyó la población de Paradise. Esto generó enormes pérdidas para la compañía, que operaba en la región, y que se vio obligada a pedir ayuda a las autoridades para evitar la bancarrota. Las causas de este siniestro pueden tener relación con una infraestructura energética obsoleta, y es algo que no se pueden permitir de cara al futuro, cuando se prevén nuevos aumentos de temperatura que podrían ocasionar más desastres como este.

Por ello, los expertos insisten en que industrias de alto consumo energético como la de los centros de datos, así como las propias empresas que suministran la electricidad, deben tomar medidas para minimizar los riesgos medioambientales que generan sus actividades. Y, para lograrlo, deben implicarse las administraciones públicas que, además de mejorar las regulaciones, pueden contribuir a la modernización de estas infraestructuras a través de ayudas y subvenciones. Solo así se podrá garantizar la confiabilidad de los suministros básicos cuando las condiciones climáticas sean adversas, minimizando los riesgos de desastres naturales de esta envergadura.

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