Las cintas magnéticas tienen mucho futuro en la era digital

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A pesar de ser una de las tecnologías más antiguas de almacenamiento de datos, las cintas magnéticas van a ser fundamentales para guardar la creciente avalancha de datos a la que se enfrentan las empresas y los gobiernos. Y la industria está evolucionando sus productos para proporcionar más capacidad, que continuará creciendo un 30% cada año.

La industria del almacenamiento engloba distintas tecnologías, como los discos duros magnéticos, y los SSD, cada una con sus puntos fuertes. Los SSD, todavía más caros pero más rápidos, se emplean más en aplicaciones que exigen más rendimiento, mientras que la mayor parte de los HDD de uso empresarial, más económicos, se emplean más para el archivo y la lectura de información que para el trabajo intensivo.

Pero, además, todavía se usa la tecnología de cintas magnéticas, que existe desde hace unos 60 años pero que no ha dejado de evolucionar para adaptarse a las nuevas necesidades de almacenamiento. Sus características la hacen poco útil para guardar datos que deban usarse continuamente, o para una reescritura intensiva. Pero, en cambio, son muy útiles para el almacenamiento en frío, algo fundamental para las organizaciones que manejan grandes volúmenes de datos.

Esta tecnología de almacenamiento, lejos de ser minoritaria o anticuada, cuenta con proveedores de infraestructura de talla mundial que continúan evolucionando sus productos. Y, aunque los fabricantes de las propias cintas magnética han ido reduciéndose en las últimas décadas hasta quedar solo dos, tienen una hoja de ruta muy clara para seguir aumentando la capacidad de sus soportes de cinta en la próxima década.

Los expertos afirman que continuará creciendo en torno a un 30% cada año, mientras que otras tecnologías como los HDD o SSD solo están logrando incrementar el espacio en un 10% anual, aproximadamente. Y la industria está sabiendo explotar bien sus ventajas frente a otros sistemas, que son su menor coste y su larga vida útil, que garantiza la permanencia de los datos entre 30 y 50 años.

Dado el crecimiento constante de la información digital, muchas organizaciones y centros de datos emplean soportes de cinta para el almacenamiento de respaldo, tanto en frío como en caliente, incluso combinando la cinta con flash, en lo que se conoce como FLAPE.

Según algunos expertos, esto alcanza un volumen más importante de lo que se podría pensar, ya que entre el 70% y el 80% de los datos almacenados en los datacenter se encuentran en soporte de cinta magnética. Aunque los discos duros han ido erosionando el mercado de la cinta, grandes firmas como IBM, HP o Seagate han impulsado la industria mediante la iniciativa Linear Tape Open (TLO), que ha ido sosteniendo la evolución tecnológica de este formato.

Actualmente se ha llegado a la versión LTO-8, que ofrece hasta 30 Tb de capacidad (comprimida) por cada cartucho de cinta. Y esta capacidad seguirá creciendo en la próxima década a un ritmo del 30% anual, lo que será fundamental para poder soportar el enorme crecimiento de datos que se está produciendo, y que podría alcanzar los 175 Zb en 2025. De hecho, se espera que el año que viene salga el nuevo estándar LTO-9, duplicando la capacidad actual.

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