La caída de precios de la memoria NAND podría frenar durante este trimestre

Los números publicados ayer por DRAMeXchange, la división de TrendForce dedicada a los mercados de memoria, indican que los precios de contratos de varios productos han continuado bajando en julio, pero a una tasa inferior a la del trimestre anterior. Mientras tanto, los de los productos convencionales han seguido con la tendencia vista hasta ahora. Este cambio está motivado por el parón que se produjo en la fábrica de memoria de Toshiba, y por las restricciones de exportación impuestas por las autoridades japonesas, que están teniendo un impacto perceptible en la industria de Corea Del Sur, una de las más fuertes en este mercado tecnológico.

Según los expertos, la estrategia de Japón ha sido eliminar a Corea del Sur de la “lista blanca”, en la que se incluyen los países para los que se ofrece un trato favorable. Así, los proveedores de semiconductores como la memoria en este país dejarían de gozar de condiciones comerciales ventajosas, quedando al mismo nivel que el resto de países asiáticos, ya que ninguno de ellos se encontraba en esta lista. Esto significa controlar más los acuerdos comerciales, retrasando las operaciones.

Esta medida afectará a los precios en el mercado, especialmente a las obleas de silicio para la fabricación de memoria NAND, que podrían experimentar un rebote, en un camino que podría llevar a una nueva fase de crecimiento. Tras un largo período de declive en los ASP de estos productos, que comenzó en 2017, los precios estaban demasiado cerca de los costes de producción, y con esta subida podría reducirse la caída de precios de los chips de memoria, ya que las medidas de japón afectarían directamente a fabricantes como Samsung o Western Digital, entre otros gigantes de la industria.

Por ello, según DRAMeXchange, todos los proveedores de obleas han aprovechado para subir los precios de sus productos en julio, que habrían crecido en torno a un 15%. Se espera que los efectos de la interrupción de la fábrica de Toshiba se extiendan hasta agosto, cuando subirían de nuevo los precios, aunque de forma menos pronunciada que durante el mes de julio.

Aunque esto podría no afectar a los precios de contrato de unidades eMMC / UFS para productos de consumo y smartphones, que están pactados desde junio. Y se espera que estos no se estabilicen hasta, al menos, el cuarto trimestre de 2019. En el ámbito de los SSD empresariales, los expertos no ven un efecto significativo, ya que Toshiba y Western Digital no tiene una gran presencia en este mercado. Y los expertos creen que la caída de los ASP podría continuar para este segmento a lo largo del resto del año, debido a que las tensiones entre Estados Unidos y China están aumentando de nuevo, generando incertidumbre entre los clientes.

En general, se espera que estos puedan caer otro 15% durante el tercer trimestre del año, aunque hay previsiones de que el mismo efecto que está teniendo la interrupción de Toshiba en el mercado de memoria NAND en general muestre un mayor impacto en los SSD empresariales a partir del 4º trimestre. Esto probablemente contribuirá a reducir los niveles de inventario de los proveedores, ayudando a que comience la recuperación de este mercado a medio plazo.

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