El cambio de política energética en Suecia perjudica a los operadores nacionales

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Las autoridades suecas han reformado las normas fiscales relativas al consumo energético, eliminando las subvenciones a los operadores de centros de datos locales. Esto está perjudicando a las empresas del país, que hasta ahora se habían beneficiado de exenciones fiscales, y ahora denuncian que este cambio de política les deja en desventaja frente a empresas extranjeras como Facebook.

Desde hace años los operadores de centros de datos de Suecia se han beneficiado de una política fiscal que les eximía de gran parte del pago de impuestos a la energía, pero ahora el gobierno del país ha decidido eliminar las subvenciones aplicadas a este sector, poniendo a las empresas locales en dificultades para afrontar los costes de operación de sus instalaciones.

Este cambio de rumbo fue anunciado a principios de 2019 y, desde entonces, las empresas suecas de centros de datos se han visto en enromes dificultades para obtener los beneficios de antaño, lo que ha llevado a una empresa a la quiebra y mantiene al resto en una difícil situación. Mientras tanto, las grandes compañías extranjeras del sector, como Facebook, Google o Amazon, que también reclaman la restitución de las ayudas fiscales anteriores, se encuentran en una mejor posición para acaparar el mercado nacional, ya que cuentan con muchos más recursos que las empresas nacionales.

Este impuesto, que recortaba los impuestos a la energía de los centros de datos en un 97%, existía desde 2017 y formó parte de la política nacional para atraer las inversiones del sector datacenter a su país. Permitió a las empresas reducir en un 40% los costes de energía, situándolas en el mismo nivel de ayudas que recibían otras industrias como el papel o el acero, con el fin de aumentar su competitividad internacional.

Ahora, con la eliminación de las ayudas, las empresas se enfrentan a un nuevo reto para recuperar la competitividad, mientras compiten con los grandes operadores hiperescala que se han ido afincando en el país. Según declaran varios representantes de las empresas suecas de colocación, esta medida perjudica a las empresas nacionales y beneficia a los gigantes de la nube, ya que obliga a repercutir más costes al cliente final, que son empresas nacionales en su mayoría. Mientras tanto, las grandes firmas pueden reclamar los anteriores incentivos aduciendo que se dedican a un negocio diferente al de los centros de datos, ya sea la nube o las redes sociales.

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