Construyen un nuevo centro de datos ecológico en Francia
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El nuevo datacenter se construirá en Châteauroux, en la región central de Francia, y formará parte de un complejo de infraestructura ecológico. Las instalaciones tendrán 12.000 metros cuadrados, se alimentarán a través de un parque fotovoltaico de 100 hectáreas y contarán con tecnologías de monitorización inteligente de residuos y aprovechará el excedente de calor para usos locales.
En el último año los operadores de centros de datos están moviéndose hacia una cultura más centrada en la sostenibilidad, buscando el máximo aprovechamiento de recursos y la reutilización de residuos como el calor o el agua, con el fin de reducir la gran huella ecológica de este tipo de instalaciones. Esta estrategia tiene como objetivo principal contener los costes en los centros de datos, pero a la vez ayuda a reducir el impacto medioambiental, por lo que este tipo de iniciativas están siendo apoyadas por los gobiernos europeos.
Recientemente, se ha conocido que Francia va a acoger un nuevo proyecto de datacenter ecológico, que se construirá en el parque empresarial de Ozans, situado en Châteauroux, en la provincia de Berry, en el centro de Francia. Formará parte de un proyecto más amplio, denominado Green Challenge 36, que persigue un desarrollo tecnológico “verde” en la región. Tendrá un coste aproximado de 700 millones de euros, ocupará una superficie de 12.000 metros cuadrados y se construirá según las normas de Nivel IV de Siemens, Atos y Bouygues.
El proyecto contempla la creación de un parque fotovoltaico de 100 hectáreas, que servirá tanto para la alimentación den centro de datos como para suministrar energía al resto del campus. Las características que hacen que este nuevo centro de datos se considere ecológico no se limitan a la alimentación energética, sino que sus constructores van a integrar avanzados sistemas de gestión de energía basado en inteligencia artificial, que proporcionará una monitorización inteligente del consumo y la circulación de los residuos, tanto el calor como el agua, el CO2, el metano y el hidrógeno.
Otra de las iniciativas ecológicas de este nuevo datacenter permitirá recircular el calor residual de las instalaciones para deshidratar la alfalfa de cultivos locales y para calentar 80 hectáreas de invernaderos hortícolas. Según han informado sus responsables, el proyecto inicial llevará dos años de planificación y desarrollo, y posteriormente otros dos años de construcción, generando unos 750 empleos. En total, se espera que esté totalmente operativo en 2023 y que los primeros servicios entren en funcionamiento en 2021.
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