La eficiencia de las redes es clave para optimizar los centros de datos
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Aumentar el rendimiento en los centros de datos es una batalla constante para las empresas, los proveedores de colocación y de servicios en la nube, especialmente a partir de la introducción del big data y la inteligencia artificial, que requieren un uso intensivo de los datos. Para lograrlo es importante invertir en mejores servidores, procesadores y almacenamiento de alta velocidad, pero cada vez es más vital trabajar en el diseño y la configuración de las redes de datos, que permiten a estos equipos trabajar en conjunto, explotando todo su potencial.
La llegada de tecnologías como la analítica de big data o las diferentes formas de inteligencia artificial impone nuevos requisitos de rendimiento en el centro de datos, y los operadores y responsables de TI deben trabajar en diferentes líneas de acción para mejorar la potencia y la agilidad de todo el conjunto de sistemas que componen un datacenter. Por otro lado, la infraestructura TI de las organizaciones está transformándose desde un modelo centralizado en las instalaciones locales a una arquitectura diversificada, en la que intervienen infraestructuras centrales, en la nube y de computación periférica, lo que añade más complejidad y dificulta el incremento del rendimiento general de los sistemas.
Por ello, cada vez es más importante invertir en el diseño y la construcción de redes de datos más sólidas, potentes, ágiles y de máxima compatibilidad, que permitan trabajar en sintonía a todos los componentes que forman parte de la infraestructura de las organizaciones. Solo así se puede lograr extraer todo el rendimiento de los equipos, proporcionando la potencia necesaria para impulsar las aplicaciones digitales más exigentes, como la IA o la analítica de big data en tiempo real.
Un reciente estudio de Futuriom analiza los retos a los que se enfrentan los responsables de TI en los centros de datos para proporcionar el rendimiento que exigen estas aplicaciones. Sus expertos afirman que la solución para lograr este incremento de potencia de computación ya no es añadir servidores o más potencia de CPU, especialmente a medida que la ley de Moore está ralentizándose. En esto también influye la llegada de nuevos procesadores específicos para estas aplicaciones y la aparición de nuevas formas de computación distribuida, como el Edge Computing, que van más allá de las infraestructuras convencionales.
Según comentó Scott Raynovich, analista jefe de Futuriom, “El centro de datos se está reinventando. Es un verdadero desafío construir una infraestructura en la nube que se pueda escalar para admitir aplicaciones exigentes que puedan incluir Big Data, análisis, coches autónomos e Inteligencia Artificial. Las mismas técnicas desarrolladas por gigantes de la nube a gran escala ahora están migrando a la empresa, donde las aplicaciones distribuidas actualmente están dominando. Hay más presión que nunca para que funcionen las redes, y se están empezando a implementar nuevas tecnologías para garantizar que las redes no se conviertan en el cuello de botella para la nube”.
Este estudio revela que está aumentando el interés en las estrategias de optimización de red y de virtualización definida por software. Y que la solución preferida por las organizaciones para mejorar el rendimiento en los centros de datos son las tecnologías de processor offload y SmartNIC, estrategias que están sustituyendo a la implementación de más servidores. Y una de las conclusiones más destacadas del informe es que las redes de datos necesitan adaptaciones específicas para que los centros de datos estén al nivel requerido para ser cloud-scale.
Y la conclusión más importante es que, en términos generales, las tecnologías de optimización de red son una de las formas clave de mejorar el rendimiento general de los centros de datos. Futuriom identifica una serie de beneficios potenciales en la actualización de las redes de datos, que son un rendimiento más rápido de las aplicaciones (64%), una mayor seguridad (59%), una mayor flexibilidad (57%) y una superior confiabilidad de las aplicaciones (57%). Además, el estudio revela que el 84% de los encuestados opina que la infraestructura de red es “muy importante” o “importante” para poder soportar la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
Las empresas empiezan a transformar su TI para asemejarse lo más posible a las infraestructuras de la nube a gran escala, y sus preferencias actuales son emular la capacidad de utilizar de forma más eficiente sus servidores y sus plataformas de almacenamiento. Las siguientes características que quieren trasladas a sus centros de datos son el uso de redes Ethernet 25/50/100 Gb convergentes y flexibles para todo, que es una prioridad para el 19% de los encuestados, la implementación, administración y monitorización automatizada de la infraestructura (17%) y el aprovisionamiento, informes y facturación simplificados de recursos (15%).
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