La cinta como alternativa en una era de eliminación mínima de datos
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Es obvio que una gran cantidad de HDD y una cantidad significativa de SSD están administrando demasiadas cargas de trabajo de datos fríos a un coste por GB demasiado alto y al mismo tiempo consumen una proporción excesiva de energía disponible. La alternativa está en la cinta, cuyas ventas podrían aumentar a al menos dos zettabytes en 2030.
Actualmente, los SSD empresariales se implementan cada vez más como almacenamiento primario de misión crítica y los HDD empresariales se implementan cada vez más en los niveles de almacenamiento secundario y terciario. Debido al uso generalizado de discos duros de alta capacidad para copias de seguridad “instantáneas” y de restauración rápida, la “muerte” de la cinta como alternativa viable y duradera en los mercados de almacenamiento empresarial se ha pronosticado erróneamente. Según revela un estudio de John Monroe, consultor independiente de Furthur Market Research, la cinta persistirá y debería tener una vida útil que sirva para almacenar múltiples zettabytes de datos empresariales hasta 2030 y más allá.
El estudio estima que el suministro de capacidad de almacenamiento empresarial destinada a gestionar los datos fríos (con frecuencias de acceso que abarcan días o años) se acercarán a 1 zettabyte en 2023 y se expandirán en 2030 a aproximadamente 6,8 zettabytes, mientras que la base instalada activa de datos fríos crece de 3,5 zettabytes en 2023 a 21,5 zettabytes en 2030.
La necesidad de alternativas de almacenamiento sostenibles y de coste ultrabajo para administrar las capas de datos fríos es evidente. Ya existe una multitud de regulaciones de cumplimiento de emisiones de CO2 en todo el mundo (con regulaciones mucho más estrictas en Europa) y una creciente escasez de energía total disponible en innumerables lugares. Es posible que muchos administradores de centros de datos pronto se vean obligados a utilizar cintas como solución de almacenamiento de bajo consumo.
Habrá un resurgimiento de las ventas de cintas basado en la creciente demanda en múltiples mercados, las necesidades reales relativas de tiempo de obtención de datos y costes sustancialmente más bajos para la retención de datos a largo plazo y el consumo de energía, así como las capacidades limitadas de producción de HDD y SSD. La demanda de cintas podría aumentar a al menos dos zettabytes en 2030, lo que representa un aumento de diez veces con respecto a la capacidad suministrada de 2022.
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