La necesidad de una retención de datos a largo plazo para el sector de la videovigilancia
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Esta industria almacena casi todo su contenido de videovigilancia en unidades de disco duro excesivamente caras y de alto consumo energético. Ese es un gran problema, y más aún cuando los profesionales de la seguridad están siendo asediados por nuevas amenazas que agotan el presupuesto, como intrusos armados y drones espías.
Con un panorama de amenazas cada vez mayor, la videovigilancia se está volviendo aún más importante hoy que hace cinco años. En consecuencia, las organizaciones están aumentando el número de cámaras con una mejor resolución. Esto conduce a más transmisiones de video que deben ser monitorizadas, lo que ahora está siendo respaldado por sofisticados análisis de video impulsados por inteligencia artificial (IA).
Con la vigilancia habilitada por IA, las cámaras entienden lo que están viendo y, como resultado, los humanos son más efectivos en la detección de amenazas. La IA también permite análisis sofisticados con aprendizaje automático capaz de mejorar procesos, identificar tendencias, reducir costes, mejorar las ganancias, todo lo cual conduce a ventajas competitivas. Con la IA, el valor del contenido de videovigilancia aumenta drásticamente, por lo tanto, cuanto más contenido se pueda retener, mejor.
Presión para reducir costes y consumo de energía
La industria de la videovigilancia está bajo tanta presión para reducir los costos y el consumo de energía como cualquier otra industria. Los clientes están instalando más cámaras, con mayor resolución, con períodos de retención deseados más largos, y el almacenamiento de ese contenido se está convirtiendo en un punto débil en términos de coste y energía porque todo está en disco duro. Lo que termina sucediendo es que el contenido se elimina prematuramente o se retiene a una velocidad de fotogramas reducida, lo que frustra el propósito de la vigilancia.
Las mayoría de las compañías del sector desconocen qué es LTO, y que un cartucho LTO-9 del tamaño de la palma de la mano, con una capacidad de 18 TB, consume un 87% menos de energía que el HDD, produce un 97% menos de CO2, cuesta un 80% menos que el HDD para operar, dura décadas y se escala fácilmente. Por todo ello, la cinta es una solución ideal para superar puntos débiles actuales en la retención de datos de la videovigilancia, incluidos el coste, la potencia, la escalabilidad, la longevidad y la facilidad de uso.
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