Centros de datos a prueba de incendios forestales
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Los desastres naturales no solo tiene consecuencias en la región donde se producen y los incendios tienen el potencial de afectar a lugares muy alejados del foco, dado que el humo y la ceniza son transportados a gran distancia por el viento. Este es un riesgo para los centros de datos, que necesitan un flujo constante de aire limpio, y por ello los constructores de centros de datos tienen cada vez más en cuenta esta problemática a la hora de diseñar las instalaciones.
Aunque pueda parecer un riesgo menor, los incendios forestales pueden resultar devastadores para un centro de datos, aunque este no se encuentre cerca del fuego, algo que se ha podido comprobar a raíz de los graves incendios que se han producido en regiones como California, donde hay una importante concentración de instalaciones. Las pérdidas económicas que se pueden producir en la industria por culpa de un incendio son muy importantes, por lo que los operadores y los constructores de centros de datos están reevaluando sus estrategias y tecnologías para garantizar la resistencia entre estos desastres naturales.
çComo explica el experto Andy Lawrence en un reciente artículo publicado por el Uptime Institute, el cambio climático aparentemente está incrementando las posibilidades de que se produzcan incendios forestales, y la industria está cada vez más preocupada por ello, lo que les lleva a realizar una revisión profunda de los planes de emergencia para poder adaptarse a estos y otros riesgos emergentes. En general, este experto identifica tres grandes riesgos que conlleva un incendio de esta naturaleza.
El primero es el propio fuego, que puede dañar las instalaciones si se acerca demasiado a ellas o si llega a prender en el edificio. Y no es tan raro que esto pueda suceder, debido a que muchos centros de datos se encuentran en las cercanías de instalaciones hidroeléctricas, que generalmente están en zonas naturales, muchas veces boscosas. Asimismo, la cercanía del fuego conlleva otra serie de amenazas como que el corte de carreteras impida la llegada o salida del personal de las instalaciones. Y algo muy importante es que el fuego puede dañar las líneas de suministro eléctrico, las conducciones de agua para la refrigeración o las propias líneas de fibra óptica, a pesar de que estén enterradas.
El segundo gran riesgo es el viento, que al arrastras brasas a largas distancias puede causar nuevos focos dentro de las propias instalaciones, por ejemplo cerca de depósitos de combustible, vehículos, vegetación o materiales que puedan alimentar el fuego, causando daños graves en el centro de datos. Y, directamente relacionado con el viento está el tercer riesgo potencial, que es al humo y la ceniza generados por las llamas, y que pueden causar efectos nocivos en amplias extensiones de terreno durante semanas.
Esto afecta directamente a los sistemas de ventilación del centro de datos, que generalmente se alimentan de aire fresco y que se podrían dañar por culpa del humo y de las cenizas, por ejemplo por la acumulación de partículas en los filtros. También preocupa la absorción de gases tóxicos y la introducción de ceniza en el interior de las instalaciones, algo que afecta directamente a los equipos informáticos, los motores de los generadores eléctricos y otros sistemas críticos.
Todos estos riesgos han pasado de la categoría de potenciales a reales, y han sido responsables de graves incidentes en centros de datos de varios lugares afectados por grandes incendios, y se teme que esto vaya en aumento a causa del cambio climático que está produciéndose por el calentamiento global. Por ello, los representantes de la industria recomiendan a los centros de datos que sufran algún problema a causa de incendios forestales que documenten los incidentes para aprender más acerca de las consecuencias que puede tener la cercanía de un desastre natural de estas características. Solo así se podrán diseñar tecnologías y estrategias que ayuden al resto del sector a estar mejor preparados.