Inteligencia artificial para potenciar la seguridad en los centros de datos

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Una de las preocupaciones tradicionales de la industria datacenter es la seguridad física, ya que constantemente hay personas entrando y saliendo de las instalaciones, tanto técnicos como visitantes de diversa naturaleza. Dada la importancia creciente de los datos y aplicaciones que se anejan en estos centros, la industria ha ido adoptando medidas de seguridad de alta tecnología, que ahora están evolucionando más aún gracias a la inteligencia artificial.

La seguridad física ha sido siempre importante para los centros de datos, ya que en estos lugares se albergan costosas y delicadas infraestructuras que deben ser manipuladas solo por el personal cualificado y autorizado. Por ello, desde hace mucho tiempo los operadores han incluido sistemas de control de acceso, videovigilancia y otras medidas que permitan garantizar la inviolabilidad de sus sistemas desde el interior.

Pero siempre hay riesgos, que pueden provenir tanto de intrusos malintencionados como de personal no cualificado que acceda a lugares donde no deban estar y sean causantes de algún tipo de accidente. Por ello, la industria de centros de datos está evolucionando hacia modelos de seguridad más sofisticados e inviolables, sobre todo ahora que estas infraestructuras comienzan a verse como fundamentales para la resiliencia de un país en situaciones de crisis. De hecho, algunos países ya han incluido estas instalaciones dentro de la categoría de infraestructuras críticas, lo que obliga a elevar aún más los estándares de seguridad.

Toda esta presión está traduciéndose en un impulso de la innovación en el campo de la seguridad de centros de datos, y aquí entra en juego la inteligencia artificial, que permite automatizar muchas tareas sin riesgo de error humano, y aporta mejoras que no son posibles con los enfoques tradicionales. Por ejemplo, la IA se emplea para dotar a los sistemas de videovigilancia de capacidades como el análisis de imágenes y sonido en tiempo real, que permite utilizar software de reconocimiento de rostros, entre otras muchas cosas.

Esta tecnología, gracias a las nuevas cámaras IP de alta solución, permite extender estas capacidades a todos los lugares de las instalaciones, desde la puerta de entrada a las oficinas, ascensores, pasillos y hasta la zona reservada para los servidores y las instalaciones auxiliares de energía y refrigeración. Y estos sistemas también pueden diseñarse para que sean capaces de determinar automáticamente riegos de otra naturaleza, como la caída de un árbol en las inmediaciones del edificio, o que un intruso está tratando de saltar la valla exterior. Y las más avanzadas son capaces de cosas como detectar que alguien lleva un arma o que no porta la mascarilla reglamentaria, y avisar automáticamente al equipo de seguridad para que tome las medidas oportunas.

Como explica en un reciente informe el director gerente de la empresa de investigación Memoori, James McHale, “existe una necesidad crítica de hacer un uso completo de las enormes cantidades de datos que generan las cámaras de videovigilancia y las soluciones basadas en inteligencia artificial son la única respuesta práctica”. Por ello, afirma que en los próximos años la seguridad basada en IA va a convertirse en un estándar en la industria, al menos para los grandes operadores de centros de datos. Y explica que los proveedores están añadiendo características muy interesantes, como la visión térmica, que desde la declaración de la pandemia ha experimentado un gran auge en el sector.

Otro ámbito en el que se puede aplicar los algoritmos de seguridad basados en IA es en la detección de anomalías y sucesos sospechosos en base a patrones comunes. Por ejemplo, para detectar que un vehículo sospechoso está rondando las inmediaciones del edificio, que alguien se encuentra en un área en la que no suele estar dentro de las instalaciones. Y, avanzando en este sentido, se puede llegar a desarrollar un modelo predictivo que alerte a los operadores de riesgos futuros, de forma que puedan modificar sus estrategias para mitigarlos o eliminarlos definitivamente.