El largo camino hacia un mercado de colocación más ecológico

Las políticas de muchos gobiernos están incorporando conceptos como la sostenibilidad medioambiental, modificando sus leyes para impulsar el consumo de energías renovables, la eficiencia energética o la reutilización del excedente. Esto se está reflejando en algunos sectores muy vinculados a la tecnología, como es el caso de los proveedores de servicios en la nube, que están comenzando a implementar estrategias que van en esta línea.

Pero esto no se está expandiendo de la misma forma por otras industrias relacionadas, como es la de colocación. Algunos proveedores están comenzado a implementar tecnologías para avanzar en este sentido, mejorando la eficiencia energética, pero lo hacen por sus propios motivos, y no por un mayor respeto al medio ambiente. De igual forma, no se están adoptando las energías renovables de forma masiva, sino en aquellas regiones donde es ventajoso económicamente.

También cuando los grandes contratos con los proveedores de la nube y otros operadores hiperescala les obligan a comprar energías limpias. Pero, según muchos implicados, esto no implica necesariamente que estos vatios contratados lleguen a los servidores donde se ejecutan las cargas de trabajo de estos clientes, sino que simplemente forman parte del total que consume el proveedor de colocación.

Otro aspecto en el que la industria de colocación no está adoptando la ecología como bandera es que no se está reutilizando el excedente de energía o calor para usos externos a las instalaciones, y esto se debe a varios motivos. Por un lado, resulta muy caro construir la infraestructura necesaria para reciclar recursos como el calor residual de los sistemas de enfriamiento de los centros de datos.

Esto ya se ha visto en diferentes proyectos de instalaciones construidas en países del norte de Europa, donde son muy pocos los operadores de centros de datos que verdaderamente están cumpliendo sus compromisos de reutilización del calor para proporcionar calefacción a las poblaciones o industrias cercanas. Y las empresas de colocación todavía no quieren establecer este tipo de acuerdos, ya que no ven rentabilidad en estas estrategias, que para muchos son un simple “lavado de cara”.

Por otra parte, la reutilización del excedente de energía contratada es algo que sí podría proporcionar beneficios o, cuanto menos, una recuperación de sobrecostes obligatorios, pero es una estrategia difícil de materializar. Por un lado, están las regulaciones década país sobre el uso y la comercialización de energía y, por otro, las restrictivas condiciones presentes en los contratos de suministro eléctrico que deben firmar los operadores de centros de datos.

Todos estos factores, y algunas otras tendencias de carácter más regional, están dificultando que el concepto de la sostenibilidad medioambiental cale en la industria de colocación. Y cabe esperar que en el futuro cercano esto seguirá siendo así, aunque algunos pioneros están esforzándose para mejorar sus políticas energéticas. Pero lo principal, tratándose de negocios, es que esta transformación verde permita una rentabilización de las inversiones realizadas para cambiar, y en esto es fundamental contar con la colaboración de las autoridades reguladoras, los socios y los propios clientes.

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