Control del calor en discos duros HAMR
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La tecnología de grabación HAMR está permitiendo traspasar las tradicionales barreras de capacidad de los discos duros HDD, y la industria sigue avanzando en su desarrollo para lograr más densidad. Ahora, los científicos han establecido una relación entre el espesor del disipador de calor y la densidad de área, lo que muestra un nuevo desafío a superar para seguir avanzando en este camino.
Los discos duros de Grabación Magnética Asistida por Calor (HAMR) están comenzando a ganar cuota de mercado en las aplicaciones de almacenamiento empresarial, ya que permiten superar las barreras anteriores de capacidad de almacenamiento en los discos HDD, con un rendimiento superior. Esta tecnología se basa, entre otras cosas, en un sistema de grabación con cabezales ultraprecisos, que logran “puntos” mucho más pequeños gracias al calor que se aplica a la superficie de grabación.
Pero esto genera gran cantidad de calor, que debe ser disipado para que el cabezal, los motores y otros mecanismos y componentes interno de la unidad no sufran un desgaste acelerado. En esta combinación de tecnologías se hace difícil equilibrar la necesaria aplicación de calor para lograr las prestaciones óptimas de ciertos componentes con la tolerancia de otros a las altas temperaturas.
La tecnología HAMR, recientemente ha demostrado que permite ampliar los límites del crecimiento de densidad de área en los discos duros hasta superar lo que se conoce como límite superparamagnético. Y esto se logra en parte gracias a la capa de disipación de calor (HS) integrada en las unidades HAMR, ya que este componente permite controlar mejor el gradiente térmico y reducir lo que se conoce como “ruido de transición”.
Esta tecnología es reciente, por lo que la industria todavía no tiene muy claro cómo diseñar esta capa adecuadamente para lograr el mejor efecto en el sistema. Pero recientemente un grupo de científicos tailandeses ha investigado a fondo el impacto en la interferencia de fondo causado por la capa de disipación de calor a través de un test del soporte giratorio de los soportes de grabación magnética.
En su artículo afirman que han logrado medir la relación señal/ruido y el gradiente térmico descendente al que se ven sometidos los impulsos lumínicos que generan los cabezales de grabación HAMR con capas de disipación de calor de varios espesores diferentes (20, 50 y 110 nanómetros). Como resultado, han hallado que un HS más grueso permite una mayor compensación entre la interferencia de fondo y el gradiente térmico, lo que señala que el diseño de los medios térmicos es verdaderamente crucial para que se pueda incrementar más la densidad de área de los discos duros HAMR.
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