La plataforma OpenStack reenfoca su estrategia para adaptarse a la diversidad de la nube

Durante el pasado Open Infrastructure Summit, organizado por la OpenStack Foundation, los representantes de esta plataforma de computación en la nube compartieron su visión sobre e futuro de su proyecto, que cuenta con una amplia cartera de usuarios en todo el mundo. Tratándose de una comunidad de código abierto, OpenStack es consciente de que sus miembros y colaboradores son tan libres como su código, y constantemente se embarcan en proyectos fuera del ámbito de esta plataforma.

Esto es común en todas las comunidades OpenSource, y los representantes de la fundación quieren reenfocar su estrategia para aprovechar la gran riqueza de esta modalidad de desarrollo libre para potenciar la integración de su plataforma con otras tecnologías. Porque no tendría sentido desarrollar desde cero cosas como el aprendizaje automático o las aplicaciones destinadas computación perimetral que ya están funcionando, sino adaptar su plataforma para que las que ya existen puedan utilizarse en las infraestructuras basadas en OpenStack.

Esto abarca tanto la infraestructura subyacente como todo aquello que los usuarios de sus plataformas quieren ejecutar en ellas. En este sentido, Alan Clark, director de OpenStack Foundation, comentó que “No vamos a crear nuestro propio TensorFlow o herramientas de aprendizaje automático. Queremos asegurarnos de que los que existen funcionan bien…de que el aprendizaje automático y la inteligencia artificial funcionen bien en OpenStack, en las nubes. Y construiremos tecnologías para asegurarnos de que eso suceda, pero no vamos a reconstruir el aprendizaje automático, eso sería estúpido”.

Para ello quieren aprovechar el carácter de colaboración que existe dentro de su entorno y sumarse a otras comunidades de código abierto para enfocar sus esfuerzos en satisfacer las cambiantes necesidades de los usuarios de OpenStack. Esto es lo que denominan una estrategia de “infraestructura abierta”, que ha llevado a cambiar el nombre de su evento, que anteriormente se denominaba OpenStack Summit.

Mediante la creación de vínculos más estrechos con otras comunidades y desarrolladores quieren ampliar las posibilidades de sus pilas de infraestructura TI para la nube, adaptándolas al cambiante ecosistema cloud, en el que constantemente surgen nuevas innovaciones. Parte de ello supone mejorar el desempeño cuando se emplean otras tecnologías de código abierto en sus plataformas, para lo que se han planteado el firme propósito de mejorar sustancialmente las posibilidades de integración de OpenStack.

Aunque, como señaló durante el evento Jonathan Bryce, director ejecutivo de la fundación, “Tenemos esta gran comunidad y OpenStack está definitivamente en el corazón de eso, pero no hay nadie que utilice los códigos producidos por los desarrolladores de OpenStack. Entonces, para ayudar a nuestra comunidad, lo que hemos tenido que hacer es mirar qué otras piezas están involucradas en un entorno OpenStack”.

Este nuevo enfoque de la fundación, que sitúa al usuario en el centro de todo, ya está recibiendo muy buenas críticas por parte de los propios colaboradores, de otras comunidades OpenSource, y también de otros miembros de la industria. Sobre todo, porque se trata de abrir más sus posibilidades, y de caminar hacia el futuro de la mano de la colaboración entre desarrolladores y usuarios, algo que debería estar en el ADN de este tipo de proyectos de código abierto, pero que con la creciente complejidad de la nube se había descuidado. Y los beneficios del trabajo conjunto llegarán tanto para los desarrolladores como para los usuarios, que podrán acelerar la implementación y mejorar sus proyectos de forma más ágil y dinámica.

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