La Comisión Europea avanza en la adopción de la nube

Los planes de la Comisión Europea para el futuro digital se basan en los nuevos enfoques de infraestructura TI híbrida y entornos de múltiples nubes, tal y como recomiendan los principales expertos en transformación digital. Por un lado, planean modernizar las infraestructuras existentes para aprovechar al máximo sus capacidades y tener un mejor control de los datos de los ciudadanos y de la propia Administración Europea. Por otro, adoptar la computación en la nube para agilizar las nuevas aplicaciones gubernamentales, garantizando su disponibilidad mediante un enfoque multicloud.

Esta estrategia digital de la Comisión Europea quiere garantizar el desarrollo de la región apostando por las nuevas tecnologías con potencial para mejorar los procesos administrativos, reduciendo los costes y mejorando los servicios a los ciudadanos. El principal objetivo de este plan es convertirse en una organización digital centrada en el usuario e impulsada por los datos para el año 2022, pero se enfrenta a dos grandes desafíos, que son desarrollar e implementar los nuevos sistemas digitales a la vez que moderniza las plataformas de TI heredadas.

Según comentó Mario Campolargo, director general adjunto de informática de la Comisión Europea, “Para hacer que la CE sea una organización verdaderamente digital, necesitamos desarrollar nuevas plataformas y tener los datos en el centro de nuestra arquitectura. Pero tales objetivos requieren una infraestructura que aproveche las oportunidades del mercado, y que incluya la nube. Es por eso que nuestra decisión ha sido adoptar un enfoque basado en la nube y utilizar soluciones seguras, híbridas y de múltiples nubes”.

Uno de los primeros pasos ha sido consolidar los distintos centros de datos de la Comisión en una única instalación ubicada en Luxemburgo. Pero, mientras tanto, han dado los primeros pasos hacia la adopción de la nube, experimentando con diversas instituciones y agencias públicas. Campolargo señaló que, desde 2013, AWS se ha convertido en un proveedor clave para la Comisión, aportando una plataforma cloud a la que migrar las aplicaciones, y se espera que proporciona una plataforma que permita reducir a una cuarta parte el coste que supondría tener estas cargas de trabajo en instalaciones locales.

Además, gracias a la centralización de los datos en una única plataforma, alojada en AWS, se ha logrado reducir a la mitad el coste relacionado con los sistemas de contenido. Y, como dijo Campolargo, “Cuando pasemos de esta fase de descubrimiento a una fase más transformadora, veremos una segunda ola de decisiones en torno a la nube”. Aunque por ahora las aplicaciones que se migrarán a la nube pública serán las que tengan menos requisitos de seguridad, ya que es vital mantener los adecuados niveles de seguridad, protección de datos y resiliencia en la administración, algo que por ahora solo se puede garantizar al 100% en instalaciones locales.

En palabras de Campolargo, “El viaje a la nube ha transformado nuestra organización, es un cambio de paradigma. La nube está permitiendo a la CE alinear la capacidad de TI con sus necesidades y hacer un progreso significativo hacia su visión de entrega de servicios centrada en datos. La nube es un habilitador clave para la transformación digital en las administraciones públicas, ya que nuestro objetivo final es poder ofrecer servicios públicos que beneficien a los ciudadanos y las empresas con alta calidad, transparencia, velocidad e innovación”.

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