El auge de las redes sociales impulsa la demanda de almacenamiento

En enero de 2023, había 4.760 millones de usuarios de redes sociales y 5.070 millones de usuarios de Internet en todo el mundo, casi el 63,5% de la población mundial. El amplio alcance de la tecnología móvil ha aumentado el número de usuarios de Internet en todas partes. Internet es la superautopista de las redes sociales y estas aplicaciones generan actualmente alrededor del 5,1% del volumen de tráfico de Internet del mundo.

Las redes sociales han permitido a las personas ampliar su red, agregar amigos, mejorar sus carreras, establecer conexiones y encontrar personas con escasas habilidades. La velocidad deslumbrante con la que las plataformas de redes sociales pueden llegar a 100 millones de usuarios es prueba de un apetito insaciable por interactuar con el universo digital actual. ChatGPT, el popular chatbot basado en inteligencia artificial, se convirtió recientemente en la plataforma de redes sociales más rápida en alcanzar los 100 millones de usuarios, solo dos meses después de su lanzamiento, dos años y dos meses más rápido que Instagram.

Durante los últimos 12 meses, el número de usuarios activos de redes sociales aumentó en 190 millones, un crecimiento anual del 4,2% y una media de seis nuevos usuarios se unen cada segundo. Los usuarios de las redes sociales dedican casi 2,5 horas al día a crear, transmitir y almacenar datos. Cada "tweet", "publicar", "etiqueta", "amigo" o "me gusta" crea una cierta cantidad de datos almacenados.

Consideremos que en sólo 60 segundos YouTube sube 500 horas de vídeos, los usuarios de Twitter escriben 347.200 tweets y se envían 16 millones de mensajes de texto. Eso suma muchos datos. Aunque la mayoría de los datos alcanzarán el estado de archivo en 90 a 180 días, los datos de las redes sociales pueden archivarse menos de una semana después de su creación. Comprender cómo incorporar correctamente sistemas de almacenamiento en cinta convierte este en un caso de uso clásico para una implementación de archivo activo altamente escalable y rentable.

El ecosistema de cintas ha ampliado significativamente sus capacidades en los últimos años. Al evolucionar desde sus funciones originales como copia de seguridad, la cinta moderna admite numerosas aplicaciones que históricamente han estado ancladas en el dominio de los costosos discos duros. La cinta también se ha convertido en la principal solución de almacenamiento puro y seguro a largo plazo para defenderse del cibercrimen.

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