Pros y contras de la cinta como alternativa a discos duros y unidades SSD

El coste y la disponibilidad de energía y espacio para mantener los requisitos de datos empresariales, y la fiabilidad y durabilidad a largo plazo de los medios de almacenamiento se convertirán en preocupaciones más cruciales durante esta década. La inmutabilidad de los datos también se convertirá en una preocupación más crucial. Pues bien, según el estudio “The Escalating Challenge of Preserving Enterprise Data”, de Furthur Market Research, la cinta empresarial no solo tiene costes iniciales de adquisición por GB más bajos que los discos duros (HDD) o las unidades de almacenamiento en estado sólido (SSD), sino que también consumen mucha menos energía, ya que la gran mayoría de los cartuchos de cinta no se montarán en ningún momento en la unidad de cinta, sino que estarán en la biblioteca robótica o en alguna ubicación fuera de las instalaciones, con un consumo mínimo o nulo de energía.

Según las previsiones actuales, es probable que la cinta empresarial consuma menos de 18 megavatios de energía y, a diferencia de los HDD y los SSD, será en gran medida impermeable a los ataques de malware, debido a la conexión air-gap fuera de línea, que protege los datos empresariales confidenciales. Además, a diferencia de los HDD y SSD empresariales, la cinta empresarial es fácilmente extraíble y transportable y se entrega con cifrado de datos estándar y puede funcionar como un dispositivo indeleble de escritura única, lectura múltiple (WORM), para satisfacer una amplia gama de requisitos médicos y legales. El cifrado (pero no WORM) está disponible para HDD y SSD empresariales, pero es costoso y muchos clientes no quieren pagar ese extra.

Actualmente, la cinta empresarial tiene una vida útil especificada de unos 50 años. Aunque cuentan con especificaciones de millones de horas de tiempo medio entre fallos (MTBF), los HDD y SSD empresariales están diseñados para ciclos de trabajo 100% en línea con cifrado limitado y atributos de inmutabilidad; rara vez se implementan durante más de cinco años y, a menudo, solo durante tres años, lo que significa que los datos deben remasterizarse continuamente. La cinta también está plagada de requisitos de remasterización, pero deben producirse durante un período de tiempo más largo (al menos de cinco a siete años) a un coste significativamente menor que para los HDD y SSD.

Cabe señalar que los HDD y SSD, debido al diseño de las interfaces SATA, SAS y NVMe estándar, tendrán problemas mínimos de compatibilidad con versiones anteriores a medida que avanzan las tecnologías, mientras que la cinta tiene problemas de compatibilidad con versiones anteriores cada vez mayores a medida que avanzan las tecnologías. Por ejemplo, LTO estaba destinado a ser compatible con versiones anteriores para dos generaciones de lectura y una generación de escritura, pero LTO-9 solo leerá y escribirá formatos de datos LTO-8 y LTO-9.

El mayor inconveniente comparativo de la cinta es el tiempo de acceso a los datos, que está mejorando, pero sigue siendo mucho más lento que para las HDD y las SSD: segundos (si la cinta está en la unidad), en lugar de mili- a micro- a nano-segundos. Esto se puede mitigar parcialmente integrando cintas en conjunto con SSD y HDD, ya sea en el mismo sistema de almacenamiento o cerca, conectado por algún tipo de estructura de datos de alta velocidad.

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