Buenas perspectivas para el almacenamiento en cinta

Durante las últimas décadas muchas voces han asegurado que la cinta magnética estaba extinguiéndose en el entorno del almacenamiento de datos, pero esto es más una estrategia marketiniana que una realidad. La realidad es que el mercado de soportes de cinta magnética continúa muy vivo, ya que muchas grandes empresas la utilizan para la copia de seguridad y el almacenamiento a largo plazo, y sus ventas han seguido creciendo en los últimos años.

Aunque la industria ha sufrido altibajos en las dos últimas décadas, en términos generales ha crecido y, según el Tape Storage Council, en 2019 se alcanzó un nuevo récord de capacidad enviada, con 114.079 Terabytes de cintas LTO (comprimidos), cuatro veces más que en 2009. Tras superar algunas crisis a causa de conflictos de patentes, la industria ha seguido evolucionando sus productos y está preparada para hacer frente a una demanda que en opinión de los expertos no dejará de crecer en los próximos años, y esta perspectiva se basa en fundamentos sólidos.

La tecnología de cinta magnética ofrece una serie de ventajas que la convierten en idónea para abordar las necesidades de grandes empresas y de los proveedores de la nube, que requieren repositorios enormes para almacenar sus copias de seguridad y sus datos en frío, desconectados y protegidos de cualquier posible intrusión, y libres de riesgos como el que supone el ransomware.

Además, su capacidad supera ampliamente a la de los discos duros actuales, en un formato muy compacto. Como ejemplo, los nuevos cartuchos LTO-9 ofrecen hasta 18 Tb de almacenamiento, que se extienden hasta 45 Tb en formato comprimido. Y la industria tiene una hoja de ruta muy clara para el desarrollo de nuevos soportes con más densidad de almacenamiento, que irán por delante de los discos duros HDD.

Otra de sus ventajas es que, a diferencia de las matrices de discos duros, las bibliotecas de cintas apenas consumen energía, ya que los cartuchos permanecen totalmente inactivos hasta que se accede a ellos. Y tampoco requieren unas condiciones ambientales excesivamente estrictas, mientras que las plataformas basadas en HDD necesitan sistemas de refrigeración que generan un consumo eléctrico muy elevado. Según algunos expertos, esto equivale a una reducción del 95% en las emisiones de carbono con respecto a los sistemas de discos duros convencionales.

Por otra parte, la cinta es entre 3 y 4 veces más barata de usar que otros sistemas de almacenamiento a largo plazo, lo que ofrece a las grandes empresas y operadores de la nube una forma económica de mantener vastos repositorios de datos para copia de seguridad y para almacenamiento en frío. Y su durabilidad se extienda hasta unos 30 años, a diferencia de los HDD, que a partir de los 5 años empiezan a dar problemas.

Aunque muchos perciben la cinta magnética como una tecnología arcaica, los fabricantes de han ido mejorándola para incrementar su velocidad de transferencia, que actualmente llega hasta 400 Mbps, y está previsto incrementarla en el futuro. A esto se suman otras características de los nuevos soportes que permiten lecturas más rápidas para aplicaciones y funciones de seguridad integradas para su uso en plataformas conectadas a las redes.

Todo esto hace que la cinta magnética sea un medio de almacenamiento interesante para muchas empresas y su mercado seguirá creciendo en los próximos años, gracias a ciertos casos de uso donde se ha convertido en la tecnología preferida. Los principales son el archivo a largo plazo, la copia de seguridad offline, el almacenamiento secundario para proveedores de la nube a hiperescala y el almacenamiento de objetos.

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