Las tecnologías de red hiperescala se trasladan a los centros de datos

Las complejas estructuras de red de los centros de datos requieren que las CPU realicen numerosas operaciones de administración de los recursos de la red, lo que merma sus capacidades de cómputo para sus tareas principales. Para solventar este problema surgieron las tarjetas de red inteligentes, o SmartNIC (Smart Network Interface Card), una evolución de las clásicas NIC que integra un procesador específico para gestionar las operaciones de redes definidas por software. Esto tiene un impacto positivo en las redes de almacenamiento, descargando a los equipos de la responsabilidad de administrar las transmisiones de información dentro de la red.

Esta tecnología ha resultado clave para los operadores de centros de datos hiperescala, que las emplean con éxito en sus grandes instalaciones para impulsar el rendimiento de sus operaciones. Existen diferentes tecnologías dentro de las SmartNIC, principalmente en lo que se refiere al procesador que integran, que puede ser unidades ASIC, FPGA o SOC. Las tarjetas basadas en ASIC son las más rentables, pero tiene más limitaciones en cuanto a lo que pueden hacer y a las tareas que se les pueden asignar. Por su parte, los chips FPGA son altamente programables y se pueden usar para casi cualquier tarea, pero son considerablemente más caros. Y los expertos afirman que las SmartNIC basadas en SOC son las más rentables, ya que son altamente programables, flexibles y con una buena relación de precio.

Independientemente de las características de las diferentes modalidades de SmartNIC, esta tecnología ha tenido una adopción masiva entre los centros de datos hiperescala, ya que sus ventajas están permitiendo a los operadores reducir la latencia de la red interna en el centro de datos hasta diez veces. Y los expertos afirman que se les pueden asignar tareas como las operaciones de criptografía, QoS y la aceleración del almacenamiento RDMA, lo que impulsaría aún más el rendimiento dentro de las instalaciones.

Hasta ahora esta tecnología ha estado muy circunscrita a los grandes centros de datos hiperescala, pero los fabricantes han comenzado a enfocar sus productos hacia los datacenter empresariales, proponiendo nuevas formas de acelerar las cargas de trabajo asignadas a la infraestructura local. Esto tiene especial importancia en el caso de las aplicaciones como la inteligencia artificial o la analítica avanzada, que generan un gran consumo de datos a alta velocidad, y también para minimizar el impacto en el rendimiento que genera la aplicación de políticas de seguridad.

Y cabe destacar que algunos fabricantes de SmartNIC están enfocando sus desarrollos para implementar capacidades que permitan acelerar al máximo la velocidad en las redes de almacenamiento RDMA y especialmente NVME-oF, añadiendo las capacidades de compresión y cifrado. Esto permitirá incrementar la velocidad de las infraestructuras TI basadas en AFA, un segmento que está cobrando importancia dentro de las empresas, más allá de los centros de datos hiperescala. Los expertos señalan que esto tendrá un importante impacto en los próximos años, a medida que las matrices de almacenamiento All Flash se vaya convirtiendo en la norma dentro de los datacenter empresariales. Y, al mismo tiempo, permitirán mejorar la agilidad de los tejidos de red en las infraestructuras híbridas desde el lado de la TI local, mientras que los proveedores de servicios en la nube mejoran sus capacidades en materia de interconexión.

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