Las empresas norteamericanas invertirán en centros de datos

La compañía IHS Markit ha realizado una encuesta a los responsables de TI de 151 de las principales empresas norteamericanas que ya cuentan con sus propios centros de datos. Su finalidad era determinar cuáles son sus planes de su inversión en infraestructura propia de cara a 2019, y de sus respuestas se extrae que la mayoría de estas compañías planea invertir muy fuerte en los próximos meses, duplicando el tamaño sus instalaciones e, incluso, ampliándolas más. En sus planes está añadir nuevos servidores físicos, plataformas de almacenamiento de datos y dispositivos de red para adaptar sus capacidades locales a las futuras necesidades del negocio. Desde la pasada edición de esta encuesta anual, los entrevistados preveían un futuro crecimiento de las inversiones en infraestructura, y los datos recogidos este año corroboran esa tendencia. Esto se produce en paralelo al aumento del gasto de las empresas en servicios cloud, que está potenciando el negocio de los grandes proveedores de almacenamiento y servicios en la nube, ya que muchas compañías han emprendido el camino hacia la transformación digital adoptando soluciones de nube híbrida.

Este enfoque está resultando el más adecuado para muchas organizaciones que quieren mejorar sus capacidades de negocio digital, ya que les permite mantener en local los servicios críticos y los datos más confidenciales, y trasladar a la nube el resto de áreas del negocio digital y el almacenamiento menos importante. Para que esta estrategia se culmine con éxito es importante tener una infraestructura local capaz de afrontar las necesidades actuales y futuras de almacenamiento y procesamiento de datos, lo que está llevando a muchas empresas a mejorar sus propios sistemas. La encuesta revela que, además de añadir nuevo hardware, la mayoría de compañías van a invertir en las versiones virtuales de ese equipamiento, como son los servidores virtuales, redes virtualizadas y dispositivos de gestión y optimización WAN virtuales. La mayoría de los encuestados han declarado que con las nuevas inversiones pretenden mejorar la seguridad, el rendimiento de las aplicaciones y las capacidades de escalado, y que sus principales prioridades en cuanto a la mejora de las redes empresariales son mejorar la velocidad, la virtualización de red y el movimiento automatizado de máquinas virtuales.

Los investigadores de IHS Markit señalan que las instalaciones locales de estas compañías están siendo destinadas a determinadas aplicaciones empresariales críticas, que los responsables de TI prefieren mantener bajo su propio control. Por ejemplo, aplicaciones de productividad como Microsoft Office (22%), herramientas de trabajo colaborativo, SharePoint y comunicaciones unificadas (18%) y otras aplicaciones TI de propósito general (30%). A la elevada carga de trabajo que suponen estos sistemas preexistentes se van a sumar nuevas tecnologías que están irrumpiendo en las empresas, como la inteligencia artificial, los contenedores de datos y los micro servicios Linux, por lo que las empresas ven la necesidad de reforzar sus propias capacidades.

Esta encuesta se ha centrado en las empresas norteamericanas, pero en Europa también se están viendo movimientos de inversión similares, aunque a menor escala, ya que la adopción de estructuras de nube híbrida se está convirtiendo en el enfoque más óptimo para las organizaciones que pretenden abordar la transformación digital.

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