Avance decisivo en la tecnología de almacenamiento computacional

El concepto de almacenamiento computacional se basa en la utilización de la memoria de almacenamiento para realizar ciertas operaciones de cálculo, lo que permitiría descargar de trabajo a las unidades centrales de procesamiento. Esta tecnología, que abarca tanto el hardware como el software, permitirá incrementar el rendimiento de muchas aplicaciones como la inteligencia artificial, las redes neuronales profundas y otras tecnologías de vanguardia.

Su desarrollo ha seguido muchos caminos diferentes, pero como en cualquier tecnología la estandarización es clave para lograr su popularización e impulsar su uso. Esta es una de las misiones que se ha impuesto la Storage Networking Industry Association (SNIA), que a finales del mes pasado culminó un trabajo de cuatro años de investigación, publicando la primera versión de las especificaciones de su modelo de programación y arquitectura de almacenamiento computacional.

Con ello pretende contribuir al desarrollo de este nuevo paradigma tecnológico, que permitirá aumentar el rendimiento de aplicaciones emergentes y facilitará la interoperabilidad entre soluciones de diferentes proveedores. Los responsables de la SNIA explican que una de las implementaciones principales del almacenamiento computacional adquiere la forma de un SSD con capacidades propias de computación, que podrían lograrse, por ejemplo, a través de un FPGA diseñado para asumir tareas de compresión de datos, cifrado y codificación de borrado del procesador principal. Pero existen muchas aplicaciones potenciales para esta tecnología de almacenamiento.

La industria está muy interesada en avanzar en este camino y algunas grandes marcas de plataformas de almacenamiento y SSD ya han anunciado los primeros productos dotados de esa capacidad. Aunque el desarrollo de este estándar por parte de SNIA comenzó en 2018 con la creación del Grupo de Trabajo Técnico de Almacenamiento Computacional (TWG), que ha tardado cuatro años en desarrollar la primera versión de este estándar.

A partir de ahora, los fabricantes de sistemas de almacenamiento y computación podrán recurrir a este modelo estandarizado para diseñar plataformas con esta tecnología. Y los desarrolladores de software podrán trabajar bajo este paraguas para crear programas capaces de sacar el máximo partido a una tecnología que podría revolucionar campos como el de la inteligencia artificial, la computación distribuida o las redes de IoT más avanzadas, entre otros.

En el comunicado publicado en el blog de la SNIA, , David McIntyre , presidente del Grupo de Interés Especial de Almacenamiento Computacional de la organización, ha comentado que asistimos a un momento muy interesante para las tecnologías de computación, almacenamiento y redes, en el que estas están encontrando nuevas sinergias y se están fusionando y apoyando cada vez más.

McIntyre explica que este primer modelo cuenta con una buena base de definiciones que no existían hasta ahora. Pero dice que ahora “tenemos dispositivos de almacenamiento computacional (CSxes), procesadores de almacenamiento computacional (CSP), unidades de almacenamiento computacional (CSD), matrices de almacenamiento computacional (CSA), y más”. Añade que todas estas definiciones ayudarán a que el concepto de almacenamiento computacional adquiera forma en la industria tecnológica, facilitando a los proveedores la creación de soluciones clasificadas en categorías diferenciadas.

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