El almacenamiento en tarjetas SD encuentra nuevos usos en entornos profesionales
- Noticias y Actualidad
Con la creciente adopción de las tecnologías basadas en Internet of Things dentro del sector industrial y el avance de nuevas tendencias como los vehículos conectados, el estándar de tarjetas de memoria SD están encontrando nuevas aplicaciones fuera del gran consumo. Sus impulsores están viendo un enorme potencial de mercado en estos nuevos usos profesionales, donde pueden proporcionar almacenamiento rápido, económico y en soportes de tamaño muy reducido.
Las tarjetas de memoria SD (Secure Digital) nacieron como un medio de almacenamiento para dispositivos, especialmente dirigido al entorno de consumo y a ciertas aplicaciones profesionales como la fotografía o el vídeo digital. A media que han ido elevándose los requisitos de capacidad, velocidad y miniaturización de estos productos, los responsables del formato SD han ido evolucionando sus productos hasta alcanzar una gran capacidad de almacenamiento en tamaños irrisorios, y con unas tasas de transferencia muy elevadas.
Su desarrollo ha estado impulsado principalmente por los crecientes requisitos del vídeo digital y por la necesidad de más espacio y velocidad en los dispositivos móviles, lo que ha resultado en tarjetas muy pequeñas con mucho espacio y tasas de transferencia que ya superan de largo los 100 Mbps. Y los nuevos formatos que acaban de llegar, categorizados como Application Performance Class 2, o A2, alcanzan un rendimiento de hasta 4.000 y 2.000 IOPS de lectura y escritura aleatorias, respectivamente. Y una capacidad que ya llega hasta 1 Tb en el formato microSDXC.
Por ahora no alcanzan las prestaciones que ofrece un SSD, pero su rapidez es más que suficiente para las necesidades de ciertos usos industriales, y de nuevas tecnologías emergentes que están proliferando en el mercado global. Y sus desarrolladores están trabajando en la compatibilidad con el protocolo NVMe, que está proliferando en las infraestructuras tecnológicas de las empresas y en los tejidos de redes de datos.
Actualmente, los fabricantes de IoT están comenzando a lanzar productos que admiten el almacenamiento a través de tarjetas microSD, que ya abarcan desde los módulos IoT de uso industrial hasta aplicaciones para la señalización digital, el hogar digital o la enseñanza. Un importante reto al que se enfrenta la industria par alcanzar el éxito trasladando los soportes SD a nuevos entornos como la industria es la seguridad, porque las nuevas infraestructuras tecnológicas basadas en Internet of Things requieren una seguridad más robusta, tanto a través de cifrado como en la actualización del firmware, el arranque seguro y otras tareas que involucran al almacenamiento interno y externo en estos dispositivos.
Por otro lado, la industria automotriz también está comenzando a encontrar aplicaciones para el almacenamiento a través de tarjetas SD. Los nuevos vehículos conectados integran multitud de tecnologías que requieren un soporte de almacenamiento, como sistemas de navegación, aplicaciones o tecnologías para la grabación de imágenes y datos de conducción. Y muchos están optando por las tarjetas SD, como un medio accesible, universal y con el que los consumidores están muy familiarizados.
Además, ya existen modelos de tarjeta SD con chips de alta calidad y con una vida útil prolongada, que ofrecen la suficiente fiabilidad con un coste contenido para los fabricantes y los usuarios finales.
Estos dos casos son un ejemplo de que las tarjetas de memoria SD, lejos de quedarse en sus usos tradicionales, están saltando a nuevos entornos, entre ellos determinados usos empresariales. Y, de cara al futuro, se espera que se lancen formatos pensados específicamente para diferentes ámbitos de TI empresarial, proporcionando medios de almacenamiento compactos, versátiles, rápidos y más seguros.
Más información
¿Cuál es el futuro del mercado de almacenamiento? ¿Qué tecnologías son las más adecuadas para las empresas? Si quieres obtener más información sobre un segmento en crecimiento puedes visitar la página de nuestro colaborador HPE.