Ventajas adicionales de la refrigeración líquida en los centros de datos

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Los sistemas de enfriamiento tradicionales imponen una serie de condicionantes en los centros de datos, sobre todo en la organización interna de los equipos y los espacios necesarios para la circulación de aire. Además, generan mucho ruido por la gran cantidad de ventiladores que se requieren para enfriar el hardware. Por su parte, las nuevas tecnologías de refrigeración líquida también tienen sus propias limitaciones, pero ofrecen ventajas inesperadas que mejoran las condiciones de trabajo en las instalaciones.

A medida que se incrementan los requisitos de cómputo de los centros de datos, con la introducción de aplicaciones que exigen el máximo rendimiento, por ejemplo, la IA, el machine learning o la analítica a tiempo real de big data, los sistemas de refrigeración líquida están volviendo a encontrar un lugar importante en el sector datacenter. Los fabricantes de estos sistemas, que durante las últimas décadas han visto su mercado reducido a unos pocos nichos, están encontrando de nuevo un lugar en las infraestructuras de centros de datos, ya que los sistemas de enfriamiento por líquido proporcionan un mejor control de las altas temperaturas, entre otras ventajas.

Incluso los propios operadores de centros de datos hiperescala, como Google o Facebook, han invertido muchos recursos en desarrollar sistemas pensados especialmente para la configuración de sus instalaciones. En términos generales, existen dos vertientes en el campo de la refrigeración líquida, que son el enfriamiento directo de los componentes, o mediante la inmersión de los equipos. Ambos imponen sus propios condicionantes para la construcción de los centros de datos, sobre todo la segunda modalidad, ya que implica construir “piscinas” para alojar los servidores, junto con las conducciones de líquido refrigerante.

Por su parte, la refrigeración directa, similar a la que se emplea en Workstation de gama alta, implica la construcción de un sofisticado sistema de tuberías, bombas y depósitos para conducir el refrigerante directamente a los componentes clave como las CPU, las GPU, la memoria e, incluso, las placas base y determinados soportes de almacenamiento como los SSD de alto rendimiento. Cualquiera de estas modalidades supone importantes cambios en el propio diseño y organización del centro de datos, lo que supone una importante inversión que hace recelar a los operadores. Pero las ventajas de la refrigeración líquida poco a poco están superando a las desventajas del coste inicial, y cada vez más datacenter optan por estas tecnologías, especialmente para sus sistemas de alto rendimiento más exigentes y avanzados, como los dedicados a la IA y otras aplicaciones que exigen un cómputo de máximo nivel.

A medida que la refrigeración líquida retorna a los centros de datos se van percibiendo ventajas adicionales a la principal, que es una mayor capacidad de disipación de calor, y es un factor que agradecen especialmente los trabajadores. Por ejemplo, que se reduce considerablemente el ruido dentro de las instalaciones, ya que se prescinde de la mayor parte de los ventiladores necesarios para la refrigeración por aire. Además, los tradicionales sistemas de conducción de aire, que deben tener un diámetro y una arquitectura determinada, se pueden sustituir por un diseño de tuberías que permite una mayor flexibilidad para su instalación, y que solo requiere de unos pocos sistemas de bombeo, distribución y monitorización.

Por ahora, transformar un centro de datos para sustituir los sistemas tradicionales por la refrigeración líquida supone un coste inasumible para la mayoría de operadores de centros de datos. Pero gracias al crecimiento de la inteligencia artificial, la analítica de datos en tiempo real y otras aplicaciones de alta exigencia, se comienzan a plantear estos sistemas de enfriamiento como la base de cara a la construcción de centros de datos, o salas concretas dentro del datacenter, dedicadas especialmente a estas aplicacicones.

De igual forma, los proveedores de TI que están trabajando en módulos de computación “en el borde” están encontrando en la refrigeración líquida un gran aliado para crear micro centros de datos autosuficientes, pequeños, eficientes y, además, muy silenciosos. Y las ventajas que proporcionan no se limitan a una refrigeración más potente y eficiente en términos energéticos, sino que gracias a que no requieren tanto espacio de ventilación como la refrigeración por aire, facilitan el diseño de equipos más pequeños, lo que facilita su instalación discreta en casi cualquier entorno.

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