En 2018 el mercado de almacenamiento se centrará en el uso de los datos

 Y es que los esfuerzos de los departamentos de TI tendrán que hacer frente a las necesidades de administrar y analizar una ingente cantidad de datos, con un crecimiento continuo a lo largo de los próximos años. Hasta ahora, una de las preocupaciones de las empresas era, simplemente, capturar todos los datos y almacenarlos, a la espera de ver cómo se podían analizar para sacar información relevante para el negocio. Tanto los expertos en almacenamiento como los analistas indican que hay que saber extraer conocimiento de los datos almacenados. Y ello puede obligar a revisar cómo llevar los datos desde el núcleo del negocio, pasando por el perímetro y llegando a la nube.

A este empuje no es ajena la explosión de datos que proviene de los sistemas de IoT, Internet of Things, Internet de las Cosas, de la vídeo vigilancia junto a otros servicios que proporcionan una gran cantidad de datos. Pero también que ya están disponibles los programas y servicios que permiten tratar estas elevadas cantidades de información. Lo cual incluye el uso de inteligencia artificial y aprendizaje automático (machine learning) sobre los sistemas de almacenamiento, así como virtualización basada en contenedores con almacenamiento persistente, así como mayor protección de datos, mediante técnicas scale-out, y opciones de dispositivos para copias de seguridad consolidadas.

En este contexto, no resultan extrañas las declaraciones del Mark Bregman, CTO de NetApp, que indica “el almacenamiento es importante, pero no es el centro de la conversación. Cada vez más, lo importante es el dato. Durante los próximos años, veremos emerger lo que yo llamo los datos conscientes de sí mismos, es decir datos junto con sus metadatos enriquecidos, que comenzarán a controlar los procesos, al contrario que hoy en día, donde tenemos a los procesos que realmente controlan los datos”. Esto, vaticina que llevará a un mercado con menos empresas. Y es que sólo sobrevivirán aquellas que sepan gestionar tanto el almacenamiento como la capacidad de análisis y, de nuevo, guardar la información extraída para ser usada dentro de la empresa. Cada vez más de forma automatizada, tanto en el proceso como en el uso final de ese conocimiento.

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